C14 Hambriento y áspero
Me quedé helado.
Mis ojos se abrieron como platos.
Mi corazón dejó de latir por un momento.
Pero la forma en que devoraba mis labios con sus manos envolviéndome como una jaula, hizo que mi corazón no tardara en bajar por mi pecho.
Duncan De Sylvano me estaba besando... el hombre que deseaba y admiraba desde lejos desde hacía años.
Con nuestras respiraciones calientes enredándose entre sí