C24 Hora de romper algunos huesos
"¡Oh Dios! ¡Estás herido! ¿Cómo ha ocurrido? ¿Estás bien?"
"Me duelen las rodillas, Casss", gimió dolorida. "Me duele la cabeza. Me duele el corazón... ¡¡¡me duele todo!!!"
"Vamos adentro". Llevé su forma bamboleante al sofá.
La preocupación se arremolinaba en mi mente ante su estado. Esas heridas, ¿había tenido algún accidente? No era de las que se emborrachaban tanto. Siempre era yo