C40 ¿Un criado?
Sin decir una palabra, me quedé allí de pie. Su mera presencia me encendió las venas. Lo que me sorprendió fue el miedo que acompañaba a la rabia.
Una parte de mí temía que ella tuviera el poder de ganármelo. Aunque no quisiera tener nada que ver con ese loco, ella me desagradaba más de lo debido. No olvidé lo gentil que fue con ella el otro día. Ella estaba cerca de él. Y para no olvidarlo