C41 Castigo para la boca sucia
"Q-qué hel..."
Antes de que pudiera terminar la frase, la puerta se cerró de golpe y lo siguiente que supe es que estaba contra la pared, con un hombre furioso que me sujetaba las manos por encima de la cabeza. Y entonces su boca estaba sobre la mía.
Se me cortaba la respiración.
Cuando intenté moverme, me agarró de la mandíbula y me mantuvo la cara quieta para que me devorara sin molestias