C72 Mi guerrero oscuro
"Estoy llena". Aparté la cuchara que tenía ante mis labios.
Sus ojos se entrecerraron. "No lo eres. No has comido nada desde el mediodía. Ahora termínalo, luego te daré tu medicina".
"Puedo cogerlos yo sola", refunfuñé, intentando apartarme de su regazo. Pero aquel maldito brazo fuerte me mantenía firme contra él.
Después de nuestra conversación, empezó a tratarme como a una niña