C49 CAPÍTULO 49.
Mi mente se nubló y mis piernas se debilitaron, una amarga sensación se expandió en mi cuerpo y me quedé inmovilizada y seguramente, pálida, porque su visita me había tomado por sorpresa, y vaya qué sorpresa.
—Cielo —dijo con voz temblorosa.
Me quedé en silencio, mi mente maquineaba rápido una solución, una respuesta, pero lo que encontraba era una lista de reproches y preguntas