C67 CAPÍTULO 67.
Después de almorzar, nos quedamos un rato más recordando nuestros momentos vividos en la infancia. Las risas y las emociones reinaban entre nosotros, sus miradas eran tan dulces y sus palabras siempre lograban encajar a la perfección con la llama que se encendía en mi corazón.
—¿Sabes? —dijo de pronto, seguido de un suspiro y levanté una ceja con mucha curiosidad por lo que iba a decirme—