C83 +16
Mi corazón bombeaba tan fuerte que en mis oídos podía escuchar su fragor y se unía al sonido de nuestras respiraciones jadeantes. Alex depositó mi cuerpo con suavidad en la cama y de inmediato sentí la comodidad acoger mi espalda, aunque ninguno de los dos dijo nada, no cabían las palabras en ese momento tan ansiado por ambos