C14 Una rosa podrida
"¡Sr. Larsen, por favor! ¡Se lo ruego! No lo haga. Tengo una mujer enferma a la que cuidar", suplicó un hombre de unos sesenta años.
Estaba hablando con Jason en el vestíbulo, cuando Cristhian salió del ascensor con aquel viejo corriendo detrás de él, suplicando y llorando. Pero ni una pizca de emoción suavizó sus duros rasgos. Con aire despreocupado