C10 ¿Quieres ir a otro país conmigo?

¿Quieres ir a otro país conmigo?

Alonzo logra esquivarse y ambos y la moto se sube a la acera y se caen y el carro que venia en sentido contrario se da con otro carro y ambos impactan, Katherine queda un poco aturdida, y Alonzo se percata de eso.

—Katherine estas bien —le dice.

—Si tranquilo Alonzo estoy bien solo me raspe la rodilla, pero estoy bien, aunque creo que los del automóvil no lo están llama al 911 —le dice.

—Claro Katherine está bien, que bueno que ya no está lloviendo, pero si esta algo lisa la calle —le dice mientras marca el 911 y un tueno hace que ellos se alerten.

Segundos después de que Alonzo llamara al 911 el se acerca para ver si alguno de los que conducía el automóvil están vivos, el intenta abrir la puerta, pero esta atorada.

Una persona desconocida se acerca y se suma para ayudar, pero la puerta sigue atorada, y las pringas amenazan nuevamente para una fuerte tormenta.

Katherine se a quedado en la acera con cara de aflicción.

Las leves pringas y un viento fuerte es el inicio de una fuerte tormenta.

—Yo me encargo es mejor que ustedes se vayan —dice la voz desconocida.

Alonzo ni lento ni perezoso se retira y ayuda a Katherine a levantarse y ambos se montan a la moto después del susto, el esta más alerta y Katherine se sujeta mas fuerte de él, y esta muy nerviosa.

Uno hora después, se bajan de la moto y Katherine corre metiéndose al hotel su corazón no podía dejar de latir y siente un dolor en su rodilla y por detrás Alonzo la toma entre sus brazos sin permiso, al percatarse de que su rodilla sangra, por el accidente que había tenido.

—Suéltame Alonzo —añade.

—No Katherine lo hare estas sangrando necesito algodón con alcohol para desinfectar la herida —añade,

—Alonzo es un raspón suéltame —añade insistiendo.

—Te ayudare no seas terca —añade subiendo las gradas y la lleva a un cuarto donde hay algodón y Alcohol y unas curitas.

Alonzo pone a Katherine en una silla y le desinfecta su raspón de su rodilla.

—¡Ah duele mucho, que dolor no pudiste haber avisado antes de pasar el algodón parece como si me estuvieras pasando un cuchillo! —añade Exclamando.

—Claro que si no te muevas y tranquila respira hondo si —le dice con calma y voz neutra.

—Solo a mi se me ocurre usar tacones —añade.

—¿Te lastimaste el pie al caer? —Pregunta.

—No —añade.

—Katherine no seas mentirosa, ¿te lastimaste el pie? —Pregunta.

—Si el izquierdo creo que me lo doble un poco —añade.

—Voy a revisar tu pie —añade el mientras quita uno de los tacones.

—A tiempo vinimos ya volvió a venir la tormenta y esta fuerte —agrega.

—Eso veo gracias —dice.

—Estoy para ayudarte siempre Katherine —le dice.

—Gracias Alonzo por todo —le dice.

—De nada oye deberías descansar te veo cansada y necesitas reposar el pie —le dice.

La voz de Milena interviene.

—¿Qué pasa? —Pregunta.

—Pasa Señorita Milena que tuvimos un pequeño accidente y Katherine se doblo un poco el pie y su rodilla sangraba y ya le limpié la herida que tiene —recalca.

—Gracias Alonzo por cuidar de ella, que bueno que el accidente no paso a mayores, deberías descansar Katherine —le dice.

—Gracias, pero no creo que sea necesario señorita Milena —agrega.

—Katherine créeme que te ayudara —dice.

—Esta bien, aunque no dejo de pensar si realmente están vivos aquellas personas del automóvil.

—¿Y eso? —Pregunta Milena.

—Señorita Milena, aunque no sabemos al final en que terminaron los otros dos carros accidentados ya que un carro de la nada se vino en contrasentido y hay comenzó el relajo —le dice.

—Y veo entonces se complico todo espero que estén bien —añade.

—Eso espero —dice Katherine.

—Yo igual eso espero —le dice Alonzo.

—Tus amigas preguntaron por ti —añade Milena.

—¿Dónde están? —Pregunta Katherine.

—Hace quince minutos que se fueron ya que no te vieron por aquí atendiendo mesas, quizá vengan más tarde —añade Milena.

—Ok entiendo, yo espero realmente recuperarme del raspón solo es un raspón duele un poco, pero estaré bien solo debo cambiarme de zapatos ¿tendrás por allí otros zapatos? —Pregunta.

—Si tengo unas sandalias, aunque espero que no te queden flojas es número siete —le dice.

—Soy numero siete que coincidencia si me quedaron tus tacones me quedaran tus sandalias, y esas las guardaste cuando tenias mi edad —le dice Katherine.

—Si, ya ves que yo todo guardo —le dice.

—Increíble, me alegro por ti, y que bueno que pensaste guardar esta ropa y todo, porque en futuro vendría yo en mi primer dia de trabajo y me pasa de todo, no logro entender que triste, mi primer dia de clases y ya me sale todo mal, lo bueno es que logre hablar con ustedes y no estoy sola en esto, y no puedo creer que Liliana me haya tirado a la piscina, veo que se quería deshacer de mi rápido —agrega Katherine.

—Bueno en eso tienes razón, debes tener cuidado con ella, y en fin ¿en qué termino eso de tu novia Liliana? —Le pregunta Milena.

—Resulta que le robo a mi padre y ahora no quiere decir donde o como paso, y encima no creo que nunca abra la boca para decir que se hizo eso dinero, al final no se si me quedare más tiempo aquí o me iré para otro país, ya que mi padre quiere que entre a clases musicales —añade Alonzo.

—Música enserio ¿Cómo es eso de música? —Pregunta Katherine algo ilusionada.

—Se trata de ir a otro país cuando metes a tres personas te sale mas barato la entrada y con solo que termines el bachillerato es una entrada mas y te va mucho mejor ya que después de tomar clases musicales un tiempo, puedes acceder a la Universidad de forma gratis —añade Alonzo.

—Que chivo y dime Alonzo ¿Hay clases de violín, canto y baile? —Pregunta Katherine.

—Si Hay clases de todo tipo de lo que tu no te imaginas, ¿Quieres ir a otro país conmigo?, mi padre podría ayudarte —añade.

Katherine se queda pensando por unos segundos.