C6 Miradas profundadas y penetrantes que callan

Miradas profundadas y penetrantes que callan

Katherine suspira de los nervios, el señor Luis se queda pensativo ante la reacción y Alonzo solo tenía cabeza para pensar en el hambre.

—¿Quién es ella? —Pregunta la mujer soltando aquella palabras mientras no deja de ver a Katherine.

Katherine cuando escucha su voz por primera vez siente algo extraño por lo que frunce el ceño con algo de descontento, mientras Alonzo no paraba de ver a Katherine, con disimulo por supuesto ya que no permitiría que el padre de ella lo Viera, porque se armaría lio.

—Mi hija Katherine apenas tiene dieciocho años de edad y estará trabajando para nosotros ahora que esta desocupada —añade el señor Luis.

—A entiendo señor Luis, entonces es su hija que joven —dice la mujer mientras frunce el ceño.

—Si claro señorita Milena, bueno tengo que ir a cocinar, y por cierto puede ayudar a mi hija a buscarle ropa tuvo un incidente por eso esta mojada —añade el señor Luis mientras se retira para cocinar.

—Yo tengo que ayudar en las mesas ¿Sabes si vendrá Roxana? —añade Alonzo.

—No, no vendrá jamás ella robo dinero al restaurante y costo recuperarlo, y ya no confiar en ella, la termine echando, la despedí, no le page nada, por cierto, tú sabes que por mis propios medios tuve que conseguir algo de dinero para rescatar el restaurante no fue fácil, tuvimos un arduo trabajo, sé que no paso mucho tiempo en el restaurante por que tengo otras cosas que hacer en mi otro restaurantes afiliados, pero al menos salve el restaurante del señor Luis.

—Bueno nunca imagine que Roxana robara los mil dólares, no entiendo por qué lo hizo, pero no solo salvaste el restaurante, salvaste mi trabajo y el pago de cada empleado —añade.

—Claro que si Alonzo y sigue trabajando duro te podemos ascender, el señor Luis ha estado pensando en ello desde hace dos semanas.

—Interesante gracias, Milena, y bien me voy a seguir trabajando, tengo que limpiar algunas mesas, nos vemos al rato —añade retirándose.

—Puede venir señorita Katherine —añade la mujer.

—Ok —añade Katherine extrañada por la forma en que esa mujer le veía, aunque no le tomo mucha importancia.

—Alonzo ve ayudar al señor Luis por favor yo me ocupo de esto —añade la mujer.

—Ok —añade Alonzo retirándose.

—Acompáñeme señorita Katherine —le dice.

Ambas se van suben las gradas y se meten a una habitación muy grande y huele a vainilla, es un lugar fresco.

—Listo ahora te buscare ropa, puedes secarte con esa toalla, en la puerta verde que ves allí puedes secarte, mientras te busco algo lindo para que lo luzcas, no queda de otra, aun no tengo prenda ideal para ti, para que trabajes como mesera —añade la voz de Milena.

—Ok muchas gracias enserio, no tenia que molestarse —añade Katherine.

—Tranquila, todo estará bien —añade.

Katherine se mete al baño se comienza a secar con la toalla, y mientras hace eso se va al espejo, observa su cabello detenidamente y su cara, se acomoda su cabello después de pasarse la tolla sobre su cabello.

Se quita la ropa mojada cuidadosamente y la pone en lavamanos, se enrolla la toalla, segundos después abre la puerta y ve a Milena, ella esboza una sonrisa peculiar, que hace que Katherine se sienta un poco más confiada.

—Esto debe quedarte perfecto este vestido lo use cuando tenia tu edad a mis dieciocho años lo use, es un color peculiar, rojo y es hermoso, quiero que lo uses, apuesto el joven Alonzo se quede boca abierta cuando te vea, y estos aritos que te daré te quedan perfectos, están a tu altura, y acércate un poco mas que no muerdo, sabes te Hare una coleta alta, quizá es ayude a que se te vea mejor tu carita —añade Milena.

—Enserio usaste este vestido, es muy bonito, vaya tuviste que ser de mi figura, ¿Por qué lo guardaste por tanto tiempo? —Pregunta curiosa.

—A veces uno guarda muchas cosas, pero quiero que lo uses —responde Milena sin rodeos.

—Gracias señorita Milena, me encanta el vestido esta hermoso, ese color es increíble, y me asienta mucho —responde Katherine esbozando una sonrisa.

—Claro señorita Katherine que sí, y para el joven Alonzo será mas impresionante aun, ya que te resalta la belleza —añade.

—Señorita Milena peor Alonzo y yo no somos nada, apenas le conozco —añade.

—Por eso mismo apenas le conoces, no son anda aun, por el momento, pero ya verás después no podrás sacártelo de la mente, aparte Alonzo necesita que alguien le trate por igual, porque la novia que tiene es toxica y el no es feliz, pero cuando te acercas tú, a el se le hacen brillos los ojos —añade Milena.

—Comprendo, pero igual él y yo no lograremos hacer nada, no creo que él y yo lleguemos hacer algo, y con su novia toxica menos —añade Katherine.

—Nunca digas que no le darás la oportunidad de él, ya que cuando menos te lo esperes, el y tu conectaran más de lo que piensan —le dice Milena.

—Umm —se queda pensativa.

—¿Pero e gusta el o no? —Pregunta Milena curiosa.

—No lo sé —dice nerviosa.

—Bueno en la puerta color azul que ves esta un vestidor privado para ti ponte el vestido y todo, y después te hare la coleta alta —le dice mientras le da unos hermosos tacones para Katherine.

—Gracias —añade Katherine mientras se va al vestidor privado y se viste.

Dos minutos después Katherine ya estaba lista, con su vestido, sus zapatos los pendientes hermosos y un hermoso collar en forma de estrella.

Milena cuando la ve se queda impresionada con el cambio se ve tan hermosa que ella se queda impresionada.

—Eres tan hermosa, te queda tan bien, ahora te hare la coleta alta para que te veas aún mejor —añade Milena.

—Gracias a ti me veo bien, me salvaste literalmente —añade Katherine soltando esas palabras de su boca.

—Cuando tenía tu edad usaba muchas cosas y veras que todo estará bien, solo te doy un consejo aléjate de Lili es una chica muy complicada —añade

—Entiendo señorita Milena, y claro que me alejare de Liliana —añade Katherine.

—Perfecto me parece bien —añade.

—Bien listo tu cola alta ya está hecha, ahora bajemos, para puedas atender algunas mesas —añade sonriendo.

Al momento exacto donde Milena y Katherine se iban a levantar tocan la puerta.

—Puede Pasar por favor, dígame que se le ofrece —dice Milena mientras la puerta se abre despacio.

Katherine se queda congelado ya que no sabe quién es.

La puerta se abre en su totalidad y los ojos de Alonzo se impactan.

—Alonzo —añade Katherine sobresaltada.

Los ojos de Alonzo no pueden dejar de asombrarse de ver que Katherine ha sido trasformada completamente y se ve muy hermosa ante los ojos de Alonzo.

—Señorita Katherine —añade esbozando una sonrisa mientras se ruboriza.

Katherine se ruboriza y se pone nerviosa se queda sin articular una sola palabra mientras la señora Milena les observa con determinación.

Las miradas de Katherine con Alonzo se hacen cada vez mas penetrantes.