C15 Cuestionar la etiqueta
"¿Acabas de levantarte de la siesta?", me preguntó al encontrarme en su cocina preparando café con su camisa puesta. Él acababa de regresar de la oficina con nuestro almuerzo.
"Sí, y tengo un hambre voraz", le respondí con una sonrisa, ofreciéndole una taza de café. Aceptó el café pero lo dejó a un lado, para luego atraerme hacia él con fuerza.
"No he dejado de pensar en ti en toda la mañana"