C32 Volver a la ciudad
Me desperté sintiendo el calor de su cuerpo, que me envolvía en su abrazo. Oía su respiración pausada y entonces sus manos me acercaron a su pecho.
"Buenos días, pequeña". Su voz ronca llegó sexy a mi oído.
"Nate, cariño... realmente deberíamos salir. Y no me refiero a bañarnos desnudos por la noche, sino a salir a conocer gente. Hemos estado follando como conejos los últimos tres días