C7 A la mañana siguiente
Me desperté rebosante de felicidad. Jamás me había sentido tan plena en mis dieciocho años de vida. Nate me besó anoche, tuve mi primer beso. Fue tal y como lo describen los libros. La suavidad con la que sus labios rozaron los míos, la manera en que sus manos me atrajeron hacia él. No podía dejar de sonreír, me sentía eufórica y lista para afrontar el día.
Anoche