C7 Capítulo 7. El único que te puede ver soy yo.
—Señor Jio almuerce tranquilo yo me tengo que ir en bus, tengo una despedida de soltera de mi prima, tengo reunión familiar, me entiende, explicare lo del vestido, pero necesito saber si tiene un chal largo para cubrirme un poco más.
—Porque el único que te puede ver soy yo —dejo escapar esas palabras por error.
Azami frunció el ceño.
—¿Qué? —Pregunta.
—Perdón te confundí, Dai trame un chal largo, para que la señorita se lo ponga, te llevare yo mismo a tu lugar de destino he dicho —añade dando la orden.
Dai fue a traer el chal a su habitación
—Como usted diga señor Jio, pero almuerce primero —añade mirándolo a los ojos.
—¿A qué hora debes estar en tu lugar de destino? porque necesito que me ayudes a reacomodar unos documentos.
—A las cinco de la tarde debo estar allá, pero no es necesario que me llevo señor Jio —eleva su mirada.
—Te llevare para mí no es problema —masculla.
Jio se pone colorado, evade la mirada y se va a la comer, luego Azami recordó que aún no termino de comer, por un momento se perdió, y Dai la interrumpe.
—Azami ve a comer vamos se te enfriara la comida agarra el chal —añade y Azami suspiro y tomo el chal en sus manos.
—Si —masculla.
Tres hora despues Jio se alista, se pone su corbata, se cambia de camisa, pantalón y su delicado saco, toma sus llaves, suspira, sale de su habitación mientras se dirige a la sala donde Azami está terminando de redactar unos documentos, en la esquina de unos de los documentos Azami mira un numero particular de contacto, por allí le da una corazonada de recordar ese número en particular, como si ya lo hubiera visto antes, pero siguió redactando el último documento y no le dio más importancia.
La voz de Jio intervino y Azami se asustó.
—Señorita Azami míreme ¿Usted esta lista? —Levanta una ceja.
—Señor Jio me asusto estaba muy concentrada en mi documento, ya casi lo termino —dijo con nerviosismo.
—Bueno, déjame ver cómo vas con el documento —se acercó más mientras Azami se alejó un poco del sillón, y no sabía que hacer, lo que sí pudo oler es solo el perfume de él.
—Solo estoy ultimando detalles solo me fala imprimir la otra mitad solo son dos páginas más —añadió ella.
Jio mientras tanto sujeta en sus manos el documento redactado que ella imprimió se dio cuenta que estaban muy bien redactados, para ser su primera vez entiendo perfectamente la instrucción dada.
—Señorita Azami, me gusta lo hiciste este dia buen trabajo, ahora deja de teclear o llegaras tarde —añadió.
—¡Ya casi solo falta lo último! —Exclama.
—Veo que te probaste el chal amarillo te da con ese vestido, es largo, pero le queda bien señorita Azami —añade mientras suspira.
—Gracias señor Jio, cuando pueda le devolveré el chal —añade.
La voz de Dai interrumpe.
—Te lo regalare no necesitas devolverlo, no olvides la maleta va incluido y gratis —añade.
—Gracias me salvaron la vida, creo que los usare pronto entro a la universidad a retomar mi segundo año, que hace tiempo perdí, lo usare es una universidad donde dan beca espero que mis notas anteriores ayuden porque no puedo pagar es mucho dinero, y me siento agobiada, porque dinero es lo que falta, bueno ya termine de ajustar ahora a imprimir.
—Con el dinero que te daré yo te alcanza para tu familia y para la Universidad —dijo con voz nerviosa.
Azami lo miro a los ojos.
—No puedo aceptar tanto dinero de parte suya.
—Señorita Azami no me ha entendido, esa cantidad se paga por el trabajo que usted hace, no me puedes negar nada toma este sobre te daré un adelanto de dinero, sé que lo puedes necesitar en cualquier momento —añadió.
—Gracias —dice mientras toma el sobre.
La voz de Dai interviene.
—Bueno llegaran tarde —añadió.
—Adiós Dai.
—Cuídate ten cuidado al manejar —añadió su hermana.
—Tendré mucho cuidado, eso te lo aseguro —tomo la maleta de Azami.
—¿Me llevara la maleta señor Jio? —Pregunta.
—Si, quiero ayudarte —respondió.
—Gracias —añadió.
Azami hizo pausa vio la mansión por última vez y se despido de Dai.
Jio abrió la puerta de la mansión y Azami salió cuidadosamente, aun caminaba con un poco de dificultad ya que su rodilla aun le dolía un poco.
Jio tiene su propia camioneta de lujo, por lo que no necesita ni guardaespaldas, ni chofer, él lo único que quiere es que Azami no se intimide, ya que sabe que con su presencia única ella se pone nerviosa.
Con ayuda de Jio, Azami se metió a la camioneta, con timidez lo miro a los ojos, y vio que Jio se quedó quieto, y ella se puso muy nerviosa.
—¿Qué sucede? —Pregunto con titubeo.
—Te pondré el cinturón, es diferente este tipo de cinturón ya que es electrónico solo tocas el botón y el cinturón hace el resto solo debes quedarte quieta para que se abroche solo.