C3 Debe estar ocupado

«Por tu cara puedo suponer que no encuentras bien» La señora Lu estaba un poco preocupada al momento de expresar estas palabras.

Definitivamente no Se encontraba bien, pero a pesar de lo fría que podía ser, ella estimaba mucho a la señora Lu. «No piense tanto tía, solo tengo hambre»

La señora Lu conocía lo suficiente a Bai Jiu como para saber que detrás de su rostro lleno de seguridad y firmeza podía mentir tal como un demonio, así que decidió no preguntar, «Bien, bien, entonces come todo lo que puedas» diciendo éstas palabras tomó unos palillos y comenzó a hechar comida el plato de Bai Jiu.

«Tia Lu, ¿No le gustaría vivir fuera del país? Bai Jiu sostenía sus palillos mientras miraba fijamente a la Sra. Lu.

Al escuchar éstas palabras tomó la mano de Bai Jiu, «Pequeña, desde el día que nací hasta mi muerte permaneceré aquí, esto es todo lo que tengo y todo lo que puedo desear, además, aquí están los restos de mi querido padre».

Bai Jiu comprendió rápidamente sus palabras y solo asintió con la cabeza.

Días tarde en la universidad, Bai Jiu se dirigió a la oficina de registros y recogió todos sus datos para trasladarse a otra universidad.

«Señorita, apenas ha pasado la primera semana de éste semestre ¿Está segura de que se quier retirar?» con uns cara dudosa preguntó el encargado de ingresos.

Bai Jiu con una sonrisa amable y llena de cortesía respondió al señor, «sí, ya es una desición que pensé con claridad». Tomó sus cosas y salió del campus, se dirigió a un puesto de compra y venta de vehículos, sin pensarlo mucho vendió su auto a un buen precio y se marchó a su departamento.

Marcó el número de su tío pero no respondió, «Debe estar ocupado», pensando ésto de tiró en la cama quedándose dormida, unos minutos después escuchó el sonido del teléfono.

«Oh, ya estás desocupado»

«Si, lo siento, acabo de salir de una junta, tu padre reunió a todos los del consejo directivo»

Al oír estás palabras la cara de Bai Jiu se plasmó sin ninguna expresión. «Ya veo. Tío te llamé para informarte que me iré al extranjero, estudiaré allí».

«Del otro lado del teléfono. «Entiendo»

«Antes de irme quiero ir a Japón, visitaré a la abuela Yuko». De repente las comisuras de sus labios soltaron una pequeña sonrisa.

«Que casualidad, éste fin de semana habrá una gala en Tokio y estaré allí».

Pasando rápidamente una pequeña idea por su cabeza reaccionó. «Iré contigo».

«No es buena idea, tu padre y tú hermano irán»

«No tiene caso, me iré sin fecha de regreso, les daré la oportunidad de verme por última vez».

An Jizhou soltó una carcajada «Bueno bueno, irás bajo tu propio riesgo».

Por supuesto, Bai Jiu ya sabía sobre esa reunión, todos los grupos y empresas más grandes de china asistirían y los presidentes de dichas asociaciones llevarían a sus sucesores para crear conexiones y mantenerse en el negocio.

Llegó el viernes, como si nada pasaron dos días y Bai Jiu y An Jizhou estaban en el aeropuerto.