C1 El sabor de la traición.

Smiles avanza por el pasillo hacia el apartamento de Mark. Hoy celebran su tercer aniversario y ella planea darle una sorpresa con una pequeña celebración. Llegó más tarde de lo previsto porque no lograba encontrar a Xena, su mejor amiga, y tras media hora de espera, optó por irse sola... Al intentar abrir la puerta, se da cuenta de que está cerrada con llave...

"Qué suerte que traje la llave de repuesto", susurró mientras entraba. Conocía el lugar como la palma de su mano, así que encontrar la habitación de Mark fue pan comido... Sin embargo, se quedó paralizada justo antes de alcanzar la puerta al oír los gemidos y quejidos del otro lado; no necesitaba más para saber que Mark estaba con otra. La cabeza de Mark se giró rápidamente hacia la puerta y al ver quién era, sus ojos se abrieron enormemente, en shock... Para Smiles, de alguna manera, no fue una sorpresa; los observó fijamente durante lo que parecieron dos eternos minutos antes de marcharse...

"Dios mío, ¿y ahora qué hago? No pensé que llevarían a cabo su plan", Xena estaba desconcertada, sin saber cómo enfrentarse a su amiga después de haber sido descubierta con su novio...

"Vístete y lárgate", ordenó Mark desde la puerta mientras salía tras Smiles, pero sus pasos se hicieron más lentos al verla sentada en el sofá, tan tranquila como si nada hubiera pasado... Ella sabía que él estaba detrás...

"¿Qué haces ahí parado? Ven, siéntate... no es bueno para la salud quedarse de pie después de tanto ejercicio", le dijo con una sonrisa cálida e inocente que hizo que Mark se estremeciera involuntariamente. Esa faceta de ella le daba miedo. En los tres años que llevaban juntos, nunca la había visto actuar con tanta despreocupación e indiferencia, especialmente después de lo ocurrido entre él y Xena...

"Cariño, yo..." él intentó hablar, pero ella lo interrumpió: "No tienes que explicarme nada, lo entiendo todo... Estoy contigo", le guiñó un ojo, y su gesto solo añadió confusión a su desconcierto.

"Venga, toma asiento mientras esperamos a que Xena termine de arreglarse... ya sabes, las chicas necesitan quitarse todo ese sudor pegajoso y los espermatozoides del cuerpo" decía, como si le impartiera una lección sobre las costumbres femeninas. Mark no tuvo más remedio que sentarse frente a ella...

"No hace falta que me expliques, ya sé que Xena es una chica muy atractiva con unas curvas de infarto y que ningún hombre puede resistirse a su encanto. Tú tampoco, ¿cierto?" Una sonrisa pícara se dibujó en sus labios mientras lo observaba con una ceja arqueada. Él tragó saliva y asintió con la cabeza, confirmando sus palabras...

"Muy bien... siempre has deseado explorar y sentir su cuerpo, ¿no es así?" preguntó de nuevo, pero él negó con la cabeza...

"¿En serio lo dices? Porque si es así, eres un tonto... Si yo fuera hombre, ya habría estado con ella todas las veces que quisiera", expresó con una mirada que decía ojalá-fuera-hombre. Para su sorpresa, él asintió con la cabeza y una sonrisa amplia se esbozó en sus labios...

"Te lo dije, te tengo cubierto" su sonrisa en esta ocasión era distinta a cualquier otra que Mark hubiera visto antes y, por alguna razón desconocida, sintió un escalofrío... Su mirada se cruzó con la de Xena y pudo percibir el miedo en su rostro. Al verlo mirar hacia atrás, Sonrisas se dio cuenta de que Xena estaba justo detrás...

"Adelante, Xena... únete a la conversación, está buenísima y estoy segura de que te va a encantar" El rostro anteriormente asustado de Xena se tornó confuso, sin comprender qué estaba sucediendo... esperaba encontrarla llorando desconsoladamente, sabiendo lo emocional que podía ser, pero por alguna razón que ella desconocía, estaba allí, charlando como si nada hubiera pasado. La sonrisa despreocupada en su rostro le envió un escalofrío por la espalda...

"Espero que te hayas tomado el tiempo necesario para limpiarte bien. Ya sabes lo molesto que resulta no estar completamente aseado", dijo Xena, incrédula ante lo que escuchaba. Se giró hacia Mark, quien solo parpadeó antes de que ella asintiera con la cabeza...

"¡Genial!", exclamó con entusiasmo.

"Me preguntaba qué te había mantenido tan ocupada que ni siquiera te dignaste a venir a echarme una mano como prometiste... pero ahora comprendo el motivo", expresó, y Xena bajó la mirada, invadida por la culpa...

"Te comprendo, ¿cómo no hacerlo si nos conocemos desde el instituto?... seis años, si mi memoria no falla... Sé que te gustan las cosas grandes y él tiene algo que cualquier chica desearía tener por una noche, ¿no es así?" preguntó, y Xena asintió, aún con la mirada clavada en el suelo, sin atreverse a levantarla...

"Qué pena que solo yo pueda disfrutarlo... ¡Ah, espera! Olvidé que tú acabas de tener un adelanto... ¿Podrías contarme qué tal fue? ¿Fue bueno?" Había un destello pícaro en su mirada al hacer esas preguntas, que se esfumó cuando Xena negó con la cabeza...

"¿Qué? ¿Me estás diciendo que tengo mal gusto?" preguntó con una expresión de asombro, mirándola con los ojos muy abiertos... Xena se encontraba confundida, sin saber qué responder...

"n-no... él e-es b-bueno", balbuceó. Una sonrisa se dibujó en los labios de Smiles ante su respuesta, mientras los observaba. Mark estaba visiblemente nervioso y sudoroso...

"Sé que deben estar famélicos después del intenso ejercicio que acaban de hacer, por eso he traído este pastel para que recuperen energías", dijo mientras abría la caja y mostraba el pastel, cuyo glaseado era de un amarillo intenso y sin ninguna inscripción...

"¿Qué simboliza este color?", preguntó, y ellos tragaron saliva antes de responder al unísono: "¡T-traición!". Una sonrisa fugaz se asomó en sus labios, pero se desvaneció enseguida...

"¡Qué! No... es felicidad, pero si ustedes piensan lo contrario, pues que así sea", dijo ella mientras cortaba el pastel, seleccionaba un trozo y le daba un mordisco...

"Vamos, únete a mí... celebremos, es un aniversario para recordar", invitó, dirigiéndose a Mark. No les quedó más remedio que tomar un pedazo de pastel y comerlo...

"¿Qué sabor tiene?", preguntó con una sonrisa... "Amargo y dulce". El rostro de Xena desafiaba toda descripción, y la arruga en la frente de Mark era evidente...

"Supongo que así de agridulce es el sabor de la traición", continuó comiendo el pastel como si realmente lo disfrutara, sonriendo mientras ellos la observaban desconcertados...

"¿Realmente ama a Mark? ¿O se ha estado engañando a sí misma?