C8 ¡No es tan malo!
Se acercó a él en silencio, sin osar pronunciar palabra, y se detuvo a su lado, con la mirada baja...
"Bienvenido de nuevo, Maestro", le sonó extraño decirlo, pero no tenía otra opción...
"Siéntate", ordenó él con voz gélida. Ella se sentó rápidamente a su izquierda.
"El señor Chin es el mayordomo, recurre a él si necesitas algo", asintió en silencio