C17 Un amigo de la familia
Se giró y, una vez más, su mirada se fijó en la pared manchada de sangre. "Craqueo... craqueo", resonaba el sonido de los fragmentos rotos desmoronándose bajo sus pies mientras avanzaba con pesadez hacia la pared, alzó las manos para tocar la sangre, y cerró los ojos.
Hoy era un día de gran alegría para él, pues el sueño que había albergado desde su niñez finalmente se había hecho realidad