C55 Eres bueno seduciendo a la gente
Su aliento abrasador le rozó la piel fría y le enrojeció la oreja. Sus cautivadores ojos se posaron en la oreja enrojecida y luego en su escote. Su agarre se hizo más fuerte y la acercó más a él. Se sintió hechizado por su belleza y atraído hacia ella como un imán.
Se inclinó más hacia ella y sus labios rozaron su cuello de cisne que se sentía muy incómodo donde no debía