C192 Sinvergüenza
Ninguno de ellos era tonto. En ese momento, la expresión de todo el mundo empezó a cambiar de manera imprevisible. Ellos miraron a Chengyao y luego a Wensheng, con los ojos llenos de asombros profundos.
Esta evidencia fue como una bomba que explotó en el corazón de todos. Todo fue finalmente revelado.
Después de que Wensheng escuchó la conversación, su rostro se puso pálido