+ Add to Library
+ Add to Library

C2 Capítulo 1

*Alessandro*

¿Que si la traición duele?

Si viene de una persona que quieres demasiado te desgarra. Mi nonno era mi ídolo de pequeño y mi ejemplo a seguir de grande. A pesar de mis cargos con el clan de la familia siempre tenía tiempo para trabajar en la empresa.

Él sabía que las ganas de hacerme cargo de ella era más que puro capricho o deseo de poder, diseñar armas es mi pasión. Como mismo sabía que si quería que hiciera algo solo tenía que amenazarme con la empresa.

Crear una familia nunca estuvo en mis planes, las mujeres de mi familia no han tenido cuentos con finales felices. ¿Por qué querría atar a la mujer que amo a una vida así?

Y ahora el nonno era el que me ataba a un matrimonio, con una cualquiera que no conozco. ¿Por qué romperme así?

Desde que me fui de la hacienda los días han pasado como un borrón, voy al primer bar que encuentro, bebo hasta perder la conciencia y despierto en una cama extraña con alguna mujer extraña.

Ya sé lo que tengo que hacer, pero me niego a aceptar mi nueva realidad tan pronto.

Así que hoy no es diferente de ayer, en cuanto me desperté me largué de esa casa sin decirle una palabra a la mujer que me miraba sonriente.

Al parecer la dejé contenta, me vale saber que hasta mi yo borracho sabe hacer un buen trabajo.

El bar está casi vacío cuando entro, me siento en una mesa cualquiera y enseguida viene una sexy camarera a tomar mi orden, por su risita y mirada puedo deducir que será mi casera esta noche. Le pido algo de comer, podre estar sintiéndome como la mierda desechada, pero si quiero beber tengo que llenar este cuerpo grande.

No sé quién ni por qué, pero en cuanto entro mis ojos la siguieron.

Tal vez fue que estaba vestida con un chándal en un bar, o su pelo rosa, o su diminuta figura, o que parecía necesitar una bebida para olvidar.

No sé en que como, ni cuando llegue a su lado en la barra.

-Metti quella donnata bottliglia alla signora e una a me di wisky. Non tutti abbiamo la tua bella fottuta giornata – le ordeno al chico de la barra.

Cuando me volteo a mirarle la cara a chica, me toma por sorpresa lo que veo. Está tomando directo de la botella como si el vodka que contiene fuera cerveza barata. Creo notar algunas lágrimas a punto de salir de sus ojos. Ojos que no logro adivinar su color. Pero algo me dice que son lágrimas de dolor.

Sin notarlo tomo mi botella y tomo su posición anterior, trago grandes sorbos, sintiendo mi garganta arde. Ella se gira a verme y sin dudarlo acepta mi reto. Mirándome a los ojos bebe.

Verdes. Sus ojos son verdes.

Logro a ver el color de sus ojos antes de que cambie la vista hacia la pantalla de su teléfono. No quise ser chismoso, pero en la conversación me enteré de varias cosas.

Por su pronunciación, debe ser americana. Alguien le está pidiendo que regrese, creo que una tal Emma, y no va a casarse.

Bien por ella, puede rechazar un matrimonio mientras otros tenemos que hacerlo por obligación.

Cuando cuelga apoya sus codos a la barra y se tapa la cara con las manos, vaya, parece que alguien quiere hacerme competencia en la desgracia.

-¿Problemas? – le pregunto.

-Más de los que me gustarían -me responde ella.

-Ya, dímelo a mí.

-Siento que todo lo que tenia se está convirtiendo en un lejano espejismo. Acabo de entrar en un completo desastre. Mi familia nunca había sido un problema hasta hoy.

-Casualmente, un familiar acaba de fallecer -sus ojos me miran con caridad – y era alguien que quería mucho, pero recién me entero de que tomo una decisión por mí que perjudica mi trabajo y sueños de toda una vida.

-Lo siento -me dice con pesar.

-En estos momentos quisiera tener el poder de elegir mi futuro, sin que nadie pagara el precio. Pero aquí estoy, de carne y hueso, sin poderes mágicos y una familia que depende de mí.

-¿Y qué pasa con tu novio? Perdón, puede que haya escuchado algo de tu conversación por teléfono - me disculpo por mi indiscreción.

-Quiere pedirme matrimonio..

-¿Y tú no lo quieres?

-Si lo quiero y supongo que cuatro años de relación no se pueden borrar tan fácilmente, pero no puedo casarme, no con él -lo último lo dijo en un susurro que no entendí bien.

-Espero que puedas solucionar todo pronto -le deseo sinceramente, no me gustaría que nadie sintiera lo que yo en estos momentos.

-Lo mismo digo -dice regalándome una pequeña y sincera sonrisa.

-No creo que pueda solucionarlo como realmente deseo – tal vez mis palabras transmitieron más tristeza de la que quería, pero ahí estaba ella olvidándose de su dolor para reconfortarme.

-Sabes, por mi trabajo he visto todo tipo de arte, y he comprendido que mientras más abstracta y extraña sea una obra más cara es, pero esta jamás será más importante que un ser humano, nosotros somos invaluables, porque hacemos cosas por los seres que de verdad nos importan sin pensar en un precio o una consecuencia.

Y esas palabras me hicieron ver por primera vez sin odio y rencor. Sea cual sea la decisión de mi abuelo lo haría sin pensarlo, a él le debo mi vida. Y no es la empresa, no es el liderazgo del clan, es mi familia lo que en realidad importa.

-Entonces brindo por la familia y una vida de ataduras. Levanto mi botella de Jack Daniel hacia ella.

-Por una vida de ataduras -dice y brindamos - creo que debería hacer algo para sellar mis palabras.

-¿Algo como qué?

-Un tatuaje, nunca me he hecho ninguno, ahora que mi vida está a punto de cambiar necesito algo que me lo recuerde.

-Vale, nos hacemos un tatuaje

-Nos? Jajajaja -y fui capaz de escuchar el sonido más hermoso de mi vida.

Quiero escucharla otra vez y en esta ocasión estar preparado para grabarla, no entiendo la necesidad nueva que tengo, pero si fuera capaz de escuchar ese sonido en cualquier momento no tendría días amargados.

¿Desde cuando soy tan cursi?

Puede que necesite dejar de beber.

-Yo también necesito alguna huella de esta noche.

-Vale señor desconocido, ¿conoces un lugar donde hagan tatuajes a esta hora de la madrugada?

-Creo tener algún conocimiento sobre el tema- respondo sarcástico -y es Ale.

-Eh? -pregunta como si me hubiera salido otra cabeza encima de mis hombros.

-Mi nombre, es Ale, no desconocido -aclaro.

-Ale -dice como si saboreara mi nombre -me gusta, soy Cris.

Puede que los dos estemos un poco borrachos, y eso es bueno porque hace que tatuarnos sea menos doloroso.

Dejo que un taxi se la lleve a su casa a las cinco de la mañana. Y yo regreso al bar a buscar mi moto.

Es hora de regresar a casa. Es hora de demostrar que soy el sottocapo y el consigliere de mi clan. Tengo gente a la que liderar. Es hora de que herede Armi Rosse. Es hora de que tome mis nuevas ataduras.

Solo que… ¿Por qué no puedo casarme con Cris y no con la aprovechada?

Sé que la conocí hace menos de veinticuatro horas, pero con ella desde el primer momento que la vi sentí una conexión. Es la primera mujer hermosa que no termina en una cama desnuda conmigo y siento que me conoce más íntimamente que cualquiera anterior. Sé que es fuerte, a pesar de que el problema sea grande, ha viajado por tantos países y siempre recuerda lo que le gusto de cada uno.

Enciendo la moto y me dirijo a mi realidad.

Supongo que la vida no puede ser perfecta.

¿Verdad?

Report
Share
Comments
|
Setting
Background
Font
18
Nunito
Merriweather
Libre Baskerville
Gentium Book Basic
Roboto
Rubik
Nunito
Page with
1000
Line-Height