C8 CAPÍTULO 7
Jamás me había sentido tan expuesta como en ese momento. Esteban había mirado más profundo y había dado en el clavo.
No podía quedarme un segundo más en su casa, si lo hacía, sentía que de alguna manera iba a leer mis pensamientos y a entrar en mi lugar más privado y con más muros…mi corazón.
No podía entrar, ni él ni nadie