C24 Una propuesta de negocio
Aiden
Llámame gilipollas, pero lo estaba disfrutando. Su expresión impotente, como la de un ciervo atrapado en un faro, hacía que la sangre se me agolpara en las entrañas.
Le pasé una caja de pañuelos mientras empezaba a balbucear sobre lo que le había pasado aunque yo no se lo pregunté. No la detuve. Solo la cogí de la mano mientras me contaba su terrible experiencia