C2 Capítulo 2
Capítulo 2
Un dolor agudo en el estómago me hizo gritar. Sentí una mano sobre la mía y supe al instante que era mi madre. Realmente no quería despertarla. "Mamá... mamá...", intentaba decirle lo que me pasaba. El dolor pareció amainar por un momento, hasta que volvió a arremeter y grité, esta vez con más intensidad...
"Por favor, haz algo, me duele mucho", conseguí decir cuando recuperé la voz.
"Lo siento, cariño, no puedo hacer nada", respondió mi madre con tristeza.
"¿Qué está pasando, mamá?" pregunté.
"Tu supuesto compañero está teniendo relaciones", explicó ella.
"Mamá, ¿qué puedo hacer?"
"Debes aceptar su rechazo, mi amor", me dijo mi madre. Y lloré aún más, no por el dolor físico, sino porque sabía que estaría sin pareja por el resto de mi vida. No quería enfrentar un futuro así.
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Esta mañana, al levantarme y ducharme, sentí la piel áspera. Decidí examinarla para entender qué ocurría. No pude ocultar mi asombro al ver lo que había... marcas, malditas marcas en mi estómago. ¿Cómo habían aparecido? No quería preguntarle a mi madre... no quería preocuparla.
Decidí ignorarlo y me vestí. Opté por un top negro y unos jeans; no veía motivo para arreglarme demasiado, ya que no tenía pareja ni novio que impresionar, y dejé mi cabello suelto. Tomé mi mochila y bajé corriendo para llegar temprano al colegio, pero mi madre me detuvo.
"Cariño, desayuna", dijo. Ugh.
"Está bien", contesté mientras comía mi tostada en silencio.
"Cariño, ¿cómo te sientes? ¿Has notado algo...?", empezó a decir mi madre y se detuvo. Eso significaba que sabía de las marcas.
"No, mamá, estoy bien", me miró con una expresión triste. "Mira, mamá, estoy bien, lo prometo", dije intentando sonreír.
"Vale, cariño. Te quiero, adiós", me dijo y me fui al colegio en mi bicicleta.
Al llegar, me encontré con mis amigos. "Buenos días, ¿cómo está mi mejor amiga?", dijo Sheldon y me reí.
"Estoy bien, de verdad", aseguré. Kieran me miró con escepticismo. "¿Estás segura?", preguntó, y yo seguí su mirada. El dolor, la ira, la traición y el desengaño que sentí al ver a Jordan y Daisy juntos eran indescriptibles. Simplemente no sabía qué hacer. Me giré hacia mis amigos.
"Entonces, ¿quién se apunta para ir al parque después de clases?", pregunté, y todos me respondieron con sonrisas compasivas.
"Chicos, de verdad que estoy bien, vamos", insistí, y nos dirigimos a nuestras clases.
Punto de vista anónimo
"Kim, realmente quiero que te vayas ahora", dije tratando de mantener la calma. He vivido años sin mi compañera y Kim es solo alguien con quien tengo sexo ocasional. Sin compromisos, pero parece que ella no lo entiende así. ¿Por qué las chicas tienen que darle tanta importancia a las relaciones?
"Pero, cariño..." Intentó decir mientras me acariciaba. Me sentí profundamente disgustado.
"Kim. Vete ahora", la reprendí y noté cómo se sobresaltaba.
"Está bien", respondió ella con desdén. Incluso mis padres quieren que me case con ella. Todos han perdido la esperanza de que encuentre a mi alma gemela, pero claro, ella es la única que supuestamente puede hacerme feliz.
"Disculpe, señor", intervino mi asistente personal, que también es mi mejor amigo. "Adelante", le indiqué con tono tranquilo, dándole a entender que podía hablar con la confianza de un amigo además de como empleado.
"Mañana tenemos que ir a la escuela secundaria de Was", anunció Carson.
"¿Y eso por qué?" inquirí.
"Vamos, no deberías ni preguntarlo. ¿Cuándo fue la última vez que pasaste por la escuela? Es tu responsabilidad", me recordó Carson.
"¡De acuerdo! Avísales mañana de mi llegada."
"Ya sabes, la gente no se equivoca"
"¿A qué te refieres?" pregunté.
"Te irritas con facilidad y tiene que ver con que no tienes pareja, la gente está preocupada", me explicó Carson.
"Estoy harto de este tema, Carson. Si se trata de casarme con alguien que no es mi alma gemela, no cuentes conmigo", dije mientras me dirigía hacia la puerta. "Nos vemos mañana, Carson", añadí y salí de mi oficina. No entiendo por qué todos insisten en que me una a la primera persona que aparezca.
