C1 Prólogo
Luces parpadeantes, música estruendosa y una multitud abrumadora. En el centro, cuerpos danzando se entrelazan. También hay parejas besándose apasionadamente, tanto en la pista como sobre las mesas.
Una estampa típica de bar.
Solía frecuentar este lugar para eventos sociales y encuentros. Tengo mi propio minibar en el ático, así que no me hace falta venir.
Pero esta noche es la excepción. Vengo con un propósito.
Consulté a mi ginecóloga para una revisión. Según ella, y de acuerdo con mi calendario menstrual, esta noche tengo altas probabilidades de concebir, y no quiero dejar pasar la oportunidad.
Jamás he tenido pareja. Mi carrera ha acaparado toda mi atención y nunca he tenido tiempo para el amor. Además, la mayoría de los hombres se sienten intimidados por mis éxitos.
Soy huérfana. Mis padres fallecieron cuando yo tenía 20 años, el mismo día de mi graduación. Me gradué con honores, summa cum laude. Estaba a punto de pronunciar mi discurso cuando recibí la fatídica llamada del hospital. Mis padres tuvieron un accidente de camino a la ceremonia. Llegaron sin vida.
Desde muy joven, me vi al frente de Cabello International Corporation, la empresa de mis padres. Soy ingeniera y arquitecta. Diseñar es mi pasión, pero sabía que debía estudiar ingeniería para liderar con eficacia.
Pienso que el hombre ideal para mí nunca aparecerá. Los hombres están tan apegados a su ego que no pueden lidiar con una mujer como yo.
A pesar de todos mis logros, de figurar en la lista de jóvenes empresarios exitosos, siento un vacío.
Extraño a mi familia. Llevo seis años viviendo sola. Anhelo tener mi propio hogar. ¿Pero cómo?
Estaba en una librería comprando libros cuando algunos títulos de novelas llamaron mi atención. La mayoría relataban historias de mujeres que quedaban embarazadas tras un encuentro de una noche. Y así surgió la idea.
Me embarazaré mediante una aventura de una sola noche. De esta forma, formaré una familia. No necesito buscar al compañero perfecto; un hijo será suficiente. Y parece que el hombre ideal para mí es una quimera.
Consulté a mi ginecóloga sobre cuándo sería más fértil. Mi pregunta la sorprendió, pero yo me mantuve impasible. No me preocupa lo que piensen los demás de mi plan. Según mi calendario menstrual, hoy es el día propicio.
Ahora que estoy en este club, debo encontrar a alguien que pueda embarazarme.
Varios hombres se me han acercado con coqueteos, pero los he descartado tras evaluarlos. Atractivos, sí, pero no lo que busco.
Ha pasado una hora y aún no encuentro al candidato. ¡Debo hallar a un hombre! No tengo claro qué tipo busco. Solo confío en mi instinto.
Otra hora se esfuma y la impaciencia crece. ¿Quizás debería bailar?
Me dirijo a la pista de baile, con la esperanza de encontrar a alguien con quien coquetear y que pueda ser el padre de mi hijo.
He bailado con algunos, pero igual que los anteriores, ninguno encaja en lo que busco.
Me dije a mí misma que no tenía remedio.
Justo cuando estaba a punto de tirar la toalla, sentí que alguien me tocaba la cintura y me atraía hacia él.
Aunque no había visto su rostro, su aroma me resultaba atractivo. Continuaba acariciando mi cintura al ritmo de la música.
¡Estoy ardiendo! ¡Tal vez él sea el indicado!
Necesito darme la vuelta para ver su cara. Ojalá sea lo suficientemente atractivo como para ser el padre de mi hijo.
Giré lentamente para enfrentarlo. Mis ojos se abrieron enormemente al ver el rostro del hombre con el que bailaba.
Esbozé una sonrisa maliciosa. ¡Es él! Esta noche tiene que ser mío.
Decir que es guapo sería quedarse corto. Fruncía el ceño con una mirada intensa y penetrante.
Desprende una virilidad y madurez abrumadoras. Cabello alborotado, ojos marrones profundos, cejas espesas, nariz afilada, labios tentadores y una mandíbula perfectamente definida.
Bailé con él de manera provocativa, mordiéndome los labios, aunque deseaba morder los suyos aún más.
Él me atrajo más hacia su cuerpo. Coloqué mis manos en su cuello, acercando su rostro al mío hasta que nuestros labios quedaron a escasos centímetros. Emitió un gemido y se apoderó de mi boca.
"¿En tu lugar o en el mío?" susurró al oído.
¡Lo tengo en mis manos!
"En un hotel", contesté.
Le vi sonreír con complicidad. Me besó de nuevo antes de guiarme fuera del club.
En la habitación del hotel, me besó con ternura y pasión.
Sus labios descendieron a mi cuello mientras sus manos deslizaban la cremallera de mi vestido y desabrochaban mi sujetador, dejando mi cuerpo al descubierto.
No sentí vergüenza alguna. Siempre he confiado en mi cuerpo. Sé que es atractivo y sensual, lo suficiente como para excitarlo.
"Bella", susurró, y me obsequió con otro beso ardiente.
Gemí al sentir su mano en la cima de mi pecho, incendiada por su tacto.
Me recostó en la cama y comenzó a desvestirse.
"¿Cómo te llamas, cariño?" preguntó.
Sonreí con picardía. "No necesitas saberlo. Esto es solo un encuentro de una noche".
Se tensó la mandíbula y se frunció el ceño. "Si eso es lo que deseas".
Ahora estaba desnudo frente a mí. Observé su miembro. Tragué saliva.
¡Es enorme! ¿Sobreviviré a esto?
"¿Tienes miedo?"
Levanté una ceja. "¡Por supuesto que no!"
Estuve a punto de cerrar los ojos por los nervios. ¿Se nota que estoy asustada? ¡Oh, no! ¡No quiero que se eche atrás!
Escuché su risa burlona. "¿Es tu primera vez?"
La pregunta me hizo sentir un nudo en el estómago. ¿Se detendría si supiera que es mi primera vez? ¡No puedo permitirlo!
"¿Qué importa?" respondí con frialdad.
Se quedó sorprendido. El pánico me invadió. ¡No! ¡No puede retroceder ahora!
"¿Asustada? Tranquilo, no me voy a aferrar a ti. Después de esto, no me verás más."
Le dije para tranquilizarlo. Oh, no, por favor, que no se arrepienta ahora.
Él soltó una risita. "¿Quién ha dicho que estoy asustado? Es un honor ser tu primera vez y te aseguro que será inolvidable." Y me guiñó un ojo.
Le devolví la sonrisa de manera seductora. Perfecto.
"¿Vamos a quedarnos solo en palabras?"
Se echó a reír. "¿Qué pasa, te estás impacientando?"
Solo puse los ojos en blanco.
Lo vi sacar algo, ¡y es un preservativo!
"No hace falta que te lo pongas. Estoy limpia. Y como es mi primera vez, quiero sentirte a ti, sin nada de por medio." Traté de sonar lo más sensual posible.
Ojalá surta efecto.
Él sonrió con complicidad. "Como quiera mi niña."
***
Niño Planeado
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Nota de la autora:
Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son fruto de la imaginación de la autora o se usan de manera ficticia. Cualquier similitud con eventos, lugares o personas reales, vivos o fallecidos, es completamente casual.
