C4 LHI

"¿Me vas a decir qué demonios pasó? ¿Cómo quedaste embarazada? ¡Si ni siquiera tienes pareja!" Luna me increpó, al borde de la histeria.

Yo solo rodé los ojos. "Fácil. Fue una aventura de una noche."

"¿Qué?! ¿T-tuviste qué?" Sus ojos se agrandaron al escuchar mis palabras.

No pude evitar reírme al ver su expresión.

"Deja de reír, Penélope Quinn, no es momento para bromas. ¿Cómo es que tuviste un encuentro de una noche si ni siquiera puedes ir a un bar sola porque te 'alergias' a la gente?"

El sermón de Luna me estaba dando dolor de cabeza. Estaba claro que no pararía de interrogarme hasta saberlo todo.

"Planeé este embarazo, ¿de acuerdo? Llevo seis años viviendo sola. Extraño a mi familia. Quisiera tenerla de vuelta, ¡pero eso es imposible! Anhelo tener mi propia familia, pero con mi carácter y mis logros, ¿realmente crees que encontraré al hombre ideal?" dije, frustrada.

Ella adoptó una expresión seria y se sentó frente a mí. Tomó mi mano derecha y la presionó con ternura.

"¡Claro que sí! Eres una mujer increíble, Ellie. Algún día encontrarás a tu media naranja."

"Pero lo quiero ahora", confesé en un susurro.

"Ellie..."

Le sonreí con los ojos cristalizados por las lágrimas.

"Luna, me siento tan vacía. ¿De qué me sirven la empresa, el dinero, los logros si no tengo a quién dedicárselos? ¡Mis padres ya no están! No me queda nada más que yo misma. Deseaba tanto tener una familia que terminé por embarcarme en esta locura. Y no me arrepiento, porque ahora tengo a mis bebés conmigo. En unos meses, podré verlos y sostenerlos en mis brazos."

Ella frunció el ceño. "¿B-b-bebés?"

Asentí. "Según mi ginecóloga, ¡voy a tener gemelos!"

Sus ojos se abrieron aún más y se acercó para darme un abrazo cálido y apretado.

"¡Dios mío! Estoy tan feliz por ti. Te ayudaré con tus bebés. Y no pienses ni por un segundo que estás sola, porque aquí me tienes, ¿entendido? Siempre estaré a tu lado."

Las lágrimas finalmente se desbordaron. ¡Malditas hormonas por hacerme tan sensible!

"Gracias."

Debido a mi embarazo, Luna decidió reducir mis reuniones para las próximas semanas o incluso meses, hasta que nazcan mis gemelos.

Sí, ella tomó esa decisión y, según sus palabras, no tengo derecho a rebatirla porque todo esto es por el bien de sus futuros ahijados.

Simplemente negué con la cabeza.

Estaba finalizando mi trabajo cuando Luna entró en mi oficina.

"Ellie, he hablado con la secretaria de Laertes Hotels International. La única fecha disponible para reunirnos con su CEO es el próximo viernes a las 10 a.m. Ya confirmé la cita porque sé lo complicado que es agendar un encuentro con ellos."

Estoy de acuerdo con ella. "Por supuesto, no hay problema."

LHI es una cuenta clave. Cuentan con más de 300 hoteles y resorts en 35 países. Sin embargo, en Filipinas solo tienen unos cuantos. La mayoría de sus establecimientos se encuentran en Europa, lo que explica que su sede central esté en España.

El señor Laertes Escarrer IV preside LHI y reside en España. Según tengo entendido, su hijo Kade Ulysses Escarrer es el CEO de LHI y gestiona sus operaciones en Asia. Afortunadamente, su oficina regional se encuentra aquí, en Filipinas.

Nunca se me presentó la oportunidad de colaborar con ellos. Como mencioné, su presencia en Filipinas es limitada. Además, cuando empezaron a expandirse aquí, yo aún estaba en la universidad.

Actualmente, su expansión se centra en otros países. En Filipinas, se han limitado a renovar sus hoteles existentes. No hemos tenido la oportunidad de participar en esas renovaciones; al parecer, prefieren contratar a la misma empresa que construyó originalmente sus hoteles.

He oído que planean lanzar un nuevo proyecto en el país dentro de diez años. Pero esta vez, en vez de un hotel, quieren introducir Laertes Resorts.

La noticia ha generado mucha expectación. No es de extrañar, dado el prestigio de Laertes Resorts en el extranjero. Sería un hito importante para Filipinas.

El sector de la arquitectura y la ingeniería en Filipinas está ansioso por captar esta cuenta, y mi empresa no es la excepción.

Sería un gran logro añadir Laertes Resorts a nuestro portafolio. Conseguir este proyecto sería nuestro punto de partida para expandirnos internacionalmente.

Acaricio mi vientre, que ya muestra una pequeña curva.

"Conseguiremos esta cuenta. Ustedes son mis talismanes de la suerte", les susurro a mis gemelos.

El día siguiente lo dediqué enteramente a preparar mi encuentro con el señor Escarrer.

Convoco a mi equipo para una reunión de lanzamiento. Es crucial causar una excelente impresión en LHI.

"Ya casi son las 9 a.m. ¿Estás lista?" Luna pregunta a través del intercomunicador.

"Sí, avisa al conductor. Salgo enseguida."

"Entendido. Gracias."

Respiro hondo.

"¡Esto es! Deseadme suerte, mis pequeños."

Al salir de mi oficina, veo a Luna esperándome.

"Vamos", le digo.

Ella asiente con la cabeza y salimos juntas.

Mi oficina está cerca del hotel LHI, pero el tráfico convierte lo que debería ser un trayecto de 10 minutos en 45.

Como era de esperar, el hotel LHI es impresionante. Su calidad puede competir con la de cualquier hotel internacional y tiene un aire similar al de su establecimiento en Berlín.

Observo atentamente el interior del hotel mientras nos dirigimos a la oficina del señor Escarrer.

Ya he visitado algunos de sus hoteles y siempre he deseado emprender un proyecto con ellos.

Sus hoteles y resorts son bellos y singulares, lo que me motiva aún más a trabajar con ellos. Para un arquitecto e ingeniero, los Laertes Hotels and Resorts son una auténtica obra de arte.

Llegamos a la oficina del CEO y nos recibió un chico atractivo. Parecía rondar los veintitantos y tenía un aspecto muy filipino, por lo que estaba segura de que no era el Sr. Escarrer; después de todo, según lo que había escuchado, él tiene ascendencia española.

"¿Corporación Internacional Cabello? Soy Jace Nuñez, el secretario del Sr. Escarrer", se presentó.

"Me llamo Penélope Quinn Cabello, Directora General y Presidenta de CIC", me presenté yo.

"Y yo soy Luna Bianca Nielis, la que habló con usted por teléfono. Soy la secretaria de la Sra. Cabello", dijo Luna con formalidad.

Él asintió y nos abrió la puerta, indicándonos que pasáramos primero.

Tal como esperaba, la oficina del CEO era más amplia que la mía. El diseño era minimalista, dominado por el negro y el marrón. Tenía un aire indudablemente masculino.

Mis ojos se abrieron de par en par al ver al Sr. Escarrer levantar la vista.

¡Esto no puede estar pasando! De repente, deseo olvidar que alguna vez quise este proyecto. ¡¿Por qué tenía que ser él?!

Él parecía tan sorprendido como yo, pero se repuso rápidamente.

Lo vi esbozar una sonrisa de suficiencia y se acercó a nosotros.

"Sra. Penélope Quinn Cabello", dijo.

Le respondí con una sonrisa forzada. "Sr. Escarrer".

Sentí un ligero empujón de Luna. Ella intuía que algo no iba bien entre ese hombre y yo.

"¿Vienen por el proyecto de Laertes Resorts?", preguntó con un tono de voz ahora formal.

Internamente, deseaba retractarme y abandonar el proyecto. "Sí", fue lo que dije en voz alta.

Había perdido toda ilusión de hablar con él.

¡Mis gemelos! ¿Por qué siempre tenemos que encontrarnos con su padre de esta manera? No hay necesidad de que sepa de su existencia.

El pánico se apoderó de mí. Si nos adjudican este proyecto, nos veremos con frecuencia, y eso aumenta las posibilidades de que descubra la existencia de mis gemelos.

Debo renunciar a este proyecto.

Definitivamente, no es una buena idea.