C7 BOND

Rodé los ojos para que pensara que sus palabras no me afectaban.

"¡Basta ya con esa idea descabellada! Si quieres un hijo, ve y busca a alguien más que quiera ser la madre."

"Aún no quiero tener hijos, ¿de acuerdo? Pero si sucede, no tendré más remedio que asumir la responsabilidad. Además, solo lo dije porque con esa actitud tuya, pareces una mujer embarazada."

"Puede que también sea por el estrés que tengo", repliqué, intentando justificarme y evitar que siguiera pensando que podría estar embarazada.

Frunció el ceño. "¿El proyecto LHI te está estresando?"

"Bueno... es uno de los motivos. LHI es un proyecto importante, todos en el sector lo quieren. Y siempre he deseado trabajar en un proyecto con LHI." ¡Genial! Se tragó mi excusa.

Se quedó callado y me observó con seriedad.

Me puse nerviosa de nuevo. Creí que había aceptado mi excusa, pero su seriedad repentina me desconcertó. ¿Todavía pensaría que estaba embarazada?

"Si te asigno este proyecto, ¿dejarás de estresarte?" preguntó con seriedad.

Me quedé atónita. "¿Me vas a dar el proyecto LHI solo porque estoy estresada?"

"¿Por qué no? Tu presentación me ha convencido. Hasta ahora, tu empresa tiene la mejor oportunidad de ganar el proyecto. Nos quedan dos empresas por ver, pero estoy pensando en cancelar esas reuniones y decantarme por la tuya."

Sus palabras me irritaron. "¡No puedes hacer eso! Claro que quiero ganar el proyecto LHI, pero quiero que sea porque realmente lo merecemos, no porque quieras aliviarme el estrés."

"¿Quién te ha dicho que tu empresa no merece el proyecto? ¿Acaso no me oíste? Te he dicho que, hasta ahora, vuestra presentación ha sido la mejor y por eso tenéis la mayor probabilidad de ser elegidos."

"Solo me quedan dos empresas más por ver y estoy seguro de que podéis superarlas. Este proyecto me ha consumido mucho tiempo con tantas reuniones. Solo intento ahorrar tiempo y, de paso, ayudarte a reducir tu estrés", explicó con firmeza.

Fruncí los labios, aún sin aceptar su razonamiento. "Aun así, no puedes hacer eso. Sigue con las reuniones con las dos empresas. ¿Tienes idea de lo difícil que fue conseguir una cita con tu empresa?"

"Estoy seguro de que esas dos empresas también tuvieron dificultades para obtener una cita. No puedes cancelarlas por esas razones. Quizás no sean seleccionadas, pero merecen la oportunidad de demostrar su valía para el proyecto."

Además de que todavía no estoy seguro de querer realmente el proyecto, no puedo pasar por alto el esfuerzo de las otras empresas que también luchan por ser seleccionadas.

Como dije antes, conseguir una cita con LHI no es ninguna tontería. Sé que esas dos empresas se sentirán tristes y decepcionadas si se les priva de la oportunidad de demostrar su capacidad para ser elegidas. No puedo hacer caso omiso de eso.

Nunca haría algo que fuese injusto y desleal hacia mis competidores. Siempre he querido competir con integridad, sin importar si ellos deciden hacer lo mismo o no. No estoy dispuesta a comprometer mi conciencia.

Le vi sonreír, lo que incrementó mi irritación hacia él. Claramente, no me estaba tomando en serio.

"No me lo esperaba de ti, Penélope. Sé que eres muy competitiva, algo que noté en nuestra reunión la semana pasada. Pero no imaginaba que también te preocuparas por la justicia con tus competidores", dijo, con un aire de satisfacción evidente.

"Desde la escuela nos inculcaron la competitividad, pero mi elección es competir de manera justa. No me interesa si los demás no lo hacen; me mantendré fiel a mis principios. Deseo que mis padres se sientan orgullosos no solo de mis éxitos, sino también de la persona que he llegado a ser", expresé con seriedad.

La tristeza me invadió al pensar en mis padres. Siempre me sucede cuando los menciono. Acaricié mi vientre con delicadeza.

Pronto ya no estaré sola. Gemelos, podemos con esto, ¿verdad? Manténganse sanos por mamá.

Estoy repleta de haber comido tanto. Aunque Ulises estuvo conmigo y me ayudó con la comida, no logramos acabar con todo.

Pedimos demasiado, gemelos, pero no pudimos terminar con todo.

Ullie se encargó de la cuenta. Insistió en pagar nuestro consumo y también por lo que dejamos sin comer.

"¿Nos vamos? ¿O tienes algún otro plan?" me preguntó.

Negué con la cabeza. "Estoy bien, ya me voy a casa".

Él asintió y me acompañó hasta mi coche.

Gemelos, parece que últimamente pasamos mucho tiempo con vuestro papá.