C8 HABLEMOS

Un mes después de nuestro encuentro con LHI, Luna me trajo la excelente noticia.

¡Conseguimos el proyecto!

No puedo creer que nos hayan seleccionado para este proyecto. Muchísimas empresas se postularon, ¡y pensar que fuimos nosotros los elegidos entre todas!

No dejo de recordar lo que Ulie me dijo aquel día en el restaurante coreano-japonés hace unas semanas.

Tomé mi teléfono y lo llamé. Necesitaba hacerle una pregunta para estar en paz.

"¿Ya te enteraste de la buena nueva?" Preguntó al responder.

"Sí. Pero necesito hacerte una pregunta." Se notaba la sospecha en mi tono de voz.

"Ya sé. ¿Quieres saber si cancelé las citas con las otras dos empresas?" Adivinó él.

Asentí, aunque sabía que no podía verme.

"Así es." Respondí con sinceridad.

Escuché su risa contenida. "¿No te dije que no haría eso para ser justo contigo?"

"Sí, lo hiciste. Entonces, ¿realmente te reuniste con las otras dos empresas?" Quería confirmarlo.

"Claro que sí. Y puedes preguntarle a Jace, no hubo favoritismos. Es el primer resort de LHI en Filipinas. Debemos tomar este proyecto con la seriedad que merece, así que no hay espacio para preferencias. Además, les pedí que nos enviaran un boceto preliminar para los resorts de LHI." Explicó con seriedad.

Su respuesta me tranquilizó enormemente, y ahora puedo retomar mi entusiasmo y gratitud por esta fantástica noticia.

¡Finalmente he logrado uno de mis sueños! El proyecto LHI. Ya me imagino lo que vendrá para CIC. Todas las oportunidades que surgirán una vez terminemos el proyecto. ¡Finalmente tendremos un portafolio sólido para abordar proyectos internacionales!

La visión de nuestra empresa, Cabello International Corporation, es dominar no solo en Filipinas sino en todo el mundo.

"Está bien, gracias. Necesitaba aclarar mis dudas antes de celebrar." Dije, sintiéndome algo avergonzada.

"Te entiendo. Fue mi error haberte hecho dudar, ya que fui yo quien plantó esa idea en tu mente. Pero puedes estar segura de que este proyecto es tuyo porque realmente fuiste la mejor entre todas las empresas que se presentaron." Su voz sonaba cálida y sincera.

Sus palabras me llegaron al corazón.

Gemelos, creo que su padre no era tan malo después de todo.

"Gracias por tus palabras y por elegir a CIC. No te arrepentirás de tu decisión." Dije para concluir la llamada.

Tras colgar, le pedí a Luna que convocara a los equipos que trabajarán en el proyecto LHI. Aunque quisiera involucrarme de lleno en este proyecto, no puedo.

Ahora mis embarazos son evidentes. Si asisto a la reunión con LHI, estoy segura de que Ulie notará mi estado y descubrirá la verdad. Esta vez sé que no podré convencerlo de que no estoy esperando un hijo suyo.

Aunque creo que es un buen hombre, mi decisión es inamovible. Quiero a mis gemelos solo para mí y los criaré sin ayuda. No le pediré que asuma responsabilidades porque puedo hacerlo por mi cuenta.

Soy consciente de mi egoísmo, pero mi intención es simplificar nuestras vidas.

Dado el estilo de vida de Ulie, tengo claro que no estaba listo para ser padre. Y no quiero forzarlo a asumir una responsabilidad que fue planeada por mí.

Les comuniqué primero que no participaría en las próximas reuniones con LHI. Ya designé a alguien para liderar el proyecto, aunque seguiré involucrada. Ellos representarán a CIC públicamente, mientras yo gestiono desde dentro.

Con el paso de las semanas, notaba la curiosidad en la mirada de mis empleados cada vez que me veían.

Ya tengo 14 semanas de embarazo. Mi vientre empieza a notarse. No planeo compartirles mi situación, ya que mi embarazo no incumbe a la empresa.

Al entrar a mi oficina, Luna se acercó visiblemente alterada.

Fruncí el ceño.

"Luna, ¿qué sucede?" le pregunté.

"¡Sí! ¡Tenemos un problema enorme! ¡Tu embarazo se ha filtrado a los medios!" expresó con preocupación.

¡Mis ojos se abrieron de sorpresa! ¡Oh, no! ¡Esto no puede estar pasando!

Luna me pasó su iPad para mostrarme los artículos que exponían mi embarazo.

Cerré la mano con fuerza. "¿Tienes alguna pista sobre quién pudo ser la fuente de ese columnista?"

Negó con la cabeza. "La verdad, no tengo la menor idea, pero es muy probable que haya sido uno de nuestros empleados".

Suspiré profundamente.

Era consciente de que no podría ocultar mi embarazo eternamente y que tarde o temprano se sabría, pero no esperaba que se hiciera público tan pronto. ¿Por qué ahora? ¡Justo estamos en medio de un proyecto importante!

Pensé en LHI y mis ojos se abrieron aún más. ¡Caramba!

Estoy segura de que ya están al tanto. Ulie ya debe saber que estoy embarazada y que él es el padre.

Y ya que mencionamos a Ulie...

Sonó mi teléfono. Era Ulie.

Tragué saliva, nerviosa.

"¿Vas a contestar?" preguntó Luna.

Negué con la cabeza. "No estoy segura".

"¿Piensas que sospecha algo?"

Asentí. "Ulie siempre bromea conmigo. Nos encontramos por casualidad con frecuencia. Ha notado mis cambios de humor, antojos y la transformación de mi cuerpo".

"Entonces no te queda más remedio que atender su llamada y contarle la verdad".

Tenía razón. No me quedaba otra opción.

Me sentí vulnerable al responder.

"¿Hola?" dije, con voz temblorosa.

"Hablemos".