C13 Mentiras
Sarah abrió los ojos y vio un par de ojos color avellana que la miraban fijamente. Sus ojos se abrieron de par en par y retrocedió arrastrando los pies sobre el frío suelo, golpeándose la espalda contra la dura pared. El dolor recorrió cada fibra de su ser y la hizo encorvarse ligeramente.
Le dolía la cabeza, las extremidades e incluso tenía pequeños cortes en la piel