Cayendo en El/C4 C A P Í T U L O 3
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C4 C A P Í T U L O 3

CAPÍTULO 3

Cailan

— Tengo algo que decirte — murmura mientras veo que muerde un pedazo de manzana.

Ya es de día luego de nuestra agitada noche, al parecer si me extrañaba y lo siento por su trasero pero no pude darle tregua, como me desperté primero quise hacerle el desayuno pero como no soy nada bueno en la cocina fui por lo básico en mi desayuno.

Frutas picadas, cereal y yogurt sin sabor.

Estábamos en nuestra cocina comiendo poco a poco mientras hablábamos yo de mi viaje y el de su trabajo como barista en una cafetería, amo su café y más los dibujos que hace en su interior, eran apenas las 8 de la mañana y yo no tenía nada que hacer pero el debía ir a su trabajo en unos cuantos minutos, incluso ya debería estar vestido.

Pero el sólo está usando una de mis camisas y su boxer, yo sólo con uno de mis boxer la mañana me tiene perezoso como para ir a buscar algo más para vestirme, muerdo un pedazo de pera y lo observó atento.

— Ayer mi hermano llegó de viaje, me visitó al trabajo y tambien nos invitó a una parrillada que va a hacer en su casa ¡van a ir todos! Ya quiero ver a mamá — me contó emocionado con los ojos brillando mientras removía su cereal de avena.

Yo estaba en shock.

— ¿T-tu hermano vino aquí? ¿cómo? ¿cuándo? — intente ocultar mi nerviosismo, lo intente pero falle a lo que el me miró confundido.

— Ayer, y si, vino aquí dijo que era una casa bonita, no sabes como me llene de vergüenza cuando llegó pues estaba usando algo de tu ropa — soltó una risa tonta, trate de sonreír — Tuve que correr a cambiarme pero el me siguió, cuando salí del armario estaba acostado en la cama con una de nuestras fotos en la mano.

Mis ojos se abrieron sorprendido.

— ¿Te dijo algo? — le pregunté preocupado, no es un secreto que su familia me odia por guiar a su hijo al "camino del mal" ser gay — Si llegó a decirte algo malo....

— Tranquilo no dijo nada, y eso fue lo extraño — miró su plato de cereal para luego verme emocionado pero sabia que no era por mi — Se levantó de la cama miró esta como buscando algo, para girarse y sonreír y decirme que me invitaba a almorzar ¿lo entiendes Lan? Ni siquiera tocó el tema.

Si, eso es extraño y más cuando el dejo de hablarle cuando hicimos pública nuestra relación e inclusive antes cuando nuestra relación era secreta hablaban poco, pero lo hacían, supongo que debe extrañar a su hermanito.

— Bueno, debo irme a trabajar — lo vi tomar su bandeja dejarla en el lava-vajillas y correr hacia nuestro cuarto.

Seguí comiendo lo poco que quedaba de mi desayuno.

Cuando era pequeño tenía la leve ilusión de que su hermano y yo...bueno...el me gustaba, me sigue gustando a pesar de que no lo veo hace muchos años, o bueno hace unos meses cuando lo vi en esa reunión que hicieron en cierta isla paradisíaca ¡Dios! Aún recuerdo haber casi caido de cara al verlo, pero cuando era niño y lo veía mi corazón latía desbocado con una emoción que me tenía sin aliento ¿y la verdad? Ni yo mismo me entendía porque el no me mostraba ni la mínima pizca de atención y cuando lo hacía sus gestos faciales decian lo mucho que me aborrecia, y yo como un joven e iluso enamorado fui sembrando y sembrando amor por el.

Pero nunca funcionó y ya hace años me di por vencido, me metí más en mi relación con Evan dispuesto a hacerlo feliz, a darle todo lo que me pida, ser su Lan me hace feliz y se que el ser mi preciosura lo tiene en las nubes.

Todo está perfecto.

— ¡Lan! ¡tu teléfono está sonando! — lo escucho gritar desde la habitación y dejando mis platos también en el lava-vajillas corro hacia la habitación.

Cuando llego donde mi telefono suena en la canción tuesday de Burak Yeter, anoche en el aeropuerto estaba sonando esta canción en donde se espera por su equipaje, me gustó tanto que shazam fue donde mi dedo fue a parar, es un sonido intrigante y algo erótico, pero apenas y lo voy a tomar la llamada termina, tomandolo noto que es una llamada de Simone.

Le devuelvo la llamada de inmediato.

— ¡Al fin! ¡Te he llamado cien mil veces! ¿No puedes dejar descansar a el pobrecito de tu novio ni un solo segundo? Pobre cosita.

Ruedo mis ojos pero sonrió, está mujer puede ser la más sería en el trabajo pero de allí en lo personal es un demonio que sirve para hostigarme, a mi y a mi novio.

Pobre de mi.

— Fue un largo viaje donde dejé un novio calenturiento que me necesita que cuando llego a casa acudo a complacerlo con todo gusto ¿crees tú qué él me pudo soltar? Pobre de mi Simone — trato de sonar lo más lastimado y consigo que se ría.

— Ok, dejemos tu lado de drama queen para otro momento, te llamo para un trabajo más que importante podría ser lo que te lanzará a la cuspite.

Su voz suena emocionada por lo tanto dejo que su emoción me llegue para sonar intrigado.

— ¿Con quién es?

Veo a Evan salir de la ducha gracias a que dejó la puerta abierta, sonrió malicioso al ver su cuerpo desnudo y más como las gotas se deslizan por su piel mínimamente enrojecida por el agua caliente.

— No tengo idea.

Mi ceño se frunce para quitar el teléfono de mi oído y mirarlo como ¿qué jodidos?

— ¿Y entonces cómo carajos sabes que me llevará a la cuspite? Vamos Simone, no juegues conmigo.

Quien más está jugando conmigo es mi novio, sale desnudo del baño para caminar hacia mi con su labio fruncido, curioso mi ceja se arquea al ver su miembro empalmado y más cuando sus ojos ven de esa cosita a mis labios.

Río al saber lo que quiere.

— No estoy jugando, el señor Fulder me llamo para explicarme sobre un tipo buscandote para presentar uno de sus proyectos — me cuenta, mientras yo camino hacia el baño pues creo que necesitaré una ducha.

Y no sólo porque debo salir.

Paso por su lado para levantar mi mano y darle una fuerte palmada que lo hace chillar y saltar, no puedo evitar soltar mi sonrisa de te lo merecias.

¿Quería que se la chupe? Pues ahora no tengo el tiempo requerido para disfrutar de su sabor y el sabe cuando me gusta saborearlo hasta tenerlo todo tembloroso y jadeante ¡mierda! No debo pensar en eso, no ahora que debo salir.

— ¿Sabes quién es? — le pregunto mientras me voy desvistiendo, la pongo en altavoz colocando el telefono sobre una repisa.

— Ya te dije que no se nada, al parecer quieren hablar únicamente contigo, que estupidez ¡soy tu mánager! Cualquier cosa importante debe pasar por mis manos y así saber si te.....

— Simone, tranquila, iré y preguntaré quienes son para ver si valió la pena para no llamarte ¿ok? — ella hace un sonido que me muestra que está de acuerdo, boto la ropa al cesto de ropa sucia y camino hacia la ducha — Voy a bañarme, chao.

— Debes ir rapido, nada de retrasos no quiero al jefe tras mi culo, chao.

Río sin poder evitarlo, cuando habla así es como si hablara conmigo mismo y a ella le encanta hablar así pero al trabajar con personas que esperan que tengas modales dignos de una reina, debes tragarte tus sabias palabras, lo que se pierden.

Decido por darme una ducha rápida para salir en cuestion de segundos, mi cabello sigue mojado luego de restregarlo con la toalla pero luego se sécara, Evan no está en la habitación cuando salgo y menos en nuestro armario. Me acerco a mi lado de este para tomar una camisa de algodón de manga larga blanca, busco unos jean que no sean demasiado ajustados y mis converse blancas, ellas nunca faltan, tomó un rolex para salir del armario mientras que me lo pongo.

Voy al baño para aplicarme desodorante y algo de colonia, me miró al espejo para sonreír al ver como mis tatuajes trasparentan tras la camisa, pero hay algo que no me gusta, remando las mangas hasta los codos y ahora si.

Tomo mi celular y mi billetera, voy a la sala buscando a mi novio quien está sentado en uno de los muebles que el mismo escogió, al verme se levanta me mira de pies a cabeza y al volver a verme noto su descontento.

— Irás a trabajar — mi pregunta ni respuesta, lo obvio.

Me encojo de hombros.

— Simone acaba de llamar, tengo un nuevo contrato debo irme enseguida ¿algún problema? — voy hacia la mesita y tomó las llaves de mi auto personal, no soy de usarlo mucho pues al ser modelo tienes tu propio chofer, en estos momentos mi chofer está indispuesto.

— Pensaba llegar temprano y...no se...pasar tiempo juntos, no te veo hace semanas — el tono de su voz desciende, esto hace que preocupado voltee a verlo, mirando hacia el suelo personifica la misma cara de desilucion, aprieto mis labios al no saber que hacer.

Sin pensarlo mucho camino hacia el para rodear su cintura con mis brazos y dejar su cara caer contra mi hombro, sirve ser más alto que el, froto mi nariz contra su cuello para olerlo, huele a limpio y a café -siempre huele a cafe- su piel se eriza.

— Vuelvo temprano, lo prometo preciosura ¿A qué hora piensas llegar? — sacó mi rostro de su cuello haciendo que me mire, pongo mi frente sobre la suya.

— Dos, o dos y media — mira mis labios para sonreír más animado — ¿En serio regresará temprano?

— ¡Por supuesto! Te diria que hasta la cena te tendré hecha pero no quiero quemar nuestra cocina — bromeó haciendo que ria entre mis brazos y ese sonido es tan maravilloso que estoy seguro que lo estoy mirando embobado.

¡Pero es que es la preciosura más hermosa que puedo tener!

— Si, mejor no cocines, prometo traer algo para cenar — me da un beso que respondo para chupar su labio inferior.

— Entonces yo prometo traer el postre, y luego te haré el amor donde tu quieras — deslizo mis manos por su espalda para llegar a su trasero y darle un duro apretujon — No sabes cuántas ganas tengo de enterrame hasta las bolas en ti ¡mierda! Si sólo tuviera jodio tiempo te lo haría aquí en este preciso momento.

Sus mejillas toman un furioso sonrojo, para luego posar sus manos en mi pecho y empujarme, yo sólo río.

— Sólo para eso me quieres...sucio — me mira con un mohin que sólo hacen que ria más alto.

— No querido, sucio tu, no fui yo quien pidió que se la chuparan — se sonroja hasta las orejas.

— T-tu er-eres...¡uish! — hace un berrinche para girar e inclandose toma sus llaves, levantando su trasero hacia mi, lo observo fascinado.....está tan llenito.

Cuando vuelve a mirarme se que sabe que miraba su trasero, suelta un bufido para caminar hacia la puerta. Lo observo divertido iendo justo dentras suyo, amo sus malditos berrinches, pues el sabe que quería que se la chupara pero le da pena decirme lo que quiere.

Cuando está por abrir la puerta de su auto rapido tomo su brazo para girarlo y presionandolo contra la puerta con mi cuerpo tomó posesión de su preciosa boca.

No me tiene suplicando por su partícipe pues apenas mis labios tocan los suyos ya me tiene agarrado hasta el cabello, abre su boca dejando que mi lengua se adentre en su calides, profundizó el beso trasmitiendole tomó el deseo que carcome en fuego lento en mi interior, mostrándole que estoy igual o más de deseoso por nuestro tiempo a solas de esta tarde.

Ya sin aire dejo sus labios, y el posa su frente en mi hombro dejándome escuchar su trabajosa respiración sonrió para posar mis labios en su oído.

— Te la hubiera chupado con mucho gusto, pero sabes que me gusta tomarme mi tiempo, pero, en la tarde me tendrás para ti y en cualquier segundo podría saltar sobre ti sólo para tenerte en mi boca, ten eso en mente preciosura — beso su frente para ir hacia mi auto y salir.

Noto que el sigue en el mismo lugar, como también su rostro atónito.

Bien por mi.

(....)

— El señor Fulder lo espera en su oficina ¿le puedo ofrecer algo? — me mira de pies a cabeza al terminar su pregunta, noto su hambrienta mirada en mi sin tener que verla.

¿Sabían que el diez por ciento de las mujeres están interesadas en los gay? El cinco por ciento es porque están desesperadas porque seamos sus amigos, mujeres del todo el mundo comprenda algo que seamos gays no nos hace unos expertos en la moda, yo si lo soy, pero no todos lo somos ni mucho menos nos interesa ser amigos de mujeres interesadas; el otro cinco por ciento están llenas de mujeres pervertidas que desean tener sexo casual con un gay sólo para saber como se siente, mujeres que seamos gays no nos hace tener una polla diferente que les hará tener multiorgasmos, además, nos gustan los hombres por una cosa, no nos interesan las mujeres pero eso ellas no parecen entender.

Ella no parece entender.

— No quiero nada — sin darle si quiera un vistazo sigo mi camino para llegar frente a la oficina del gran jefe.

Debería tocar antes de entrar.

— ¿Me llamabas viejo? Supe que tienes la gran noti.....

Pero no lo hago, como siempre, antes no hubo ningún problema pero en esto momento lo hubo y uno grande.

— Cailan ¿cuándo será el día que tocaras mi puerta antes de entrar?

La voz de Fulder suena distante mientras mis ojos siguen clavados en esos profundos ojos, esos ojos miel, me miran con intensidad pero no estoy muy seguro del como....solo se que es él.

El hermano de Evan.

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