C32 032
Me subí a la hamaca con él con la cabeza cerca de su pene y bajé mi gatito sobre su boca dispuesta. No grité como una banshee, pero no me quedé precisamente callada cuando llegué al orgasmo. Afortunadamente, nadie pareció darse cuenta. Sin embargo, el tramposo se rió de mí por última vez. Llegué al clímax tres veces antes de que él se corriera en mi boca