C41 041
Sentí cómo su órgano se hinchaba y expulsaba su lechosa ofrenda. Estaba tan cerca de mi segundo clímax que no aflojé el ritmo mientras sus pelotas vaciaban su carga. Un minuto después de su orgasmo, yo misma me estremecí con otro, tan intenso que grité, mis gemidos de lujuria ondeando en el agua como olas