C12 Doce
Tan pronto como Isabella estacionó el coche de Charles en el reducido aparcamiento de lo que apenas podía llamarse empresa, se le ocurrió que, probablemente, él aún la estaría esperando arriba, ansioso por recuperar su vehículo.
Y... esperando su respuesta. Una respuesta que, hasta ese instante, ella misma no había conseguido descifrar.
Liberada al fin del opresivo dominio de Gabriel