C14 Catorce
Charles esbozó una sonrisa para sí mismo. Sin embargo, al mirar por la ventana de su coche, su expresión se ensombreció. Isabella jugaba con su corazón sin tener la menor idea.
Maldita sea, esa mujer no sabía que lo estaba torturando. Dejando de lado el matrimonio, en ese instante solo deseaba estrecharla entre sus brazos con fuerza. La amaría y protegería con su abrazo