C19 Diecinueve
Cristina hervía por dentro mientras seguía con la mirada al dúo que se aferraba mutuamente como si fueran amantes de toda la vida.
Sin embargo, mantuvo la compostura. No podía perder la dignidad frente a la madre de su jefe, o mejor dicho, su futura suegra.
Y eso sería factible si jugaba sus cartas correctamente. Al observar a la mujer casi en ebullición frente a ella