C39 Treinta y nueve
Sin intención de aminorar sus pasos llenos de ira, Charles se dirigió a la morada de su madre en el hotel. Por fin se había pasado de la raya y él no iba a dejarlo pasar. Para colmo, no pudo celebrarlo con Isabella como era debido, por haber ganado por fin la batalla.
Esa era una razón más para ver a su madre en ese momento.
Finalmente llegó a su habitación y respiró hondo para serenarse