C40 Cuarenta
Si alguien percibiera cómo latía su corazón, pensaría que estaba a punto de entrar en la boca del lobo, donde podrían destrozarla. Incluso a Isabella le pareció ridículo e incómodo que actuara así. Así que se tiró de la camiseta y se dijo a sí misma que debía calmarse.
Era sólo Gabriel a quien ella iba a ver. Y cuando por fin lo pierda de vista, por fin será libre.
Así que verle por última vez