C2 Capítulo 2

Narra Derek

El reloj de la pared de mi oficina marca las seis con diez minutos, tengo una reunión en una hora con un ejecutivo importante que es el encargado de verificar que la expansión internacional no hayan problemas.

Reviso los documentos que me dejo mi asistente en el escritorio antes de irme, devo decir que ella es realmente eficiente, la señorita James es realmente aplicada eso es excelente ya que me facilita gran parte de mi trabajo.

Tome este puesto hace dos años luego de que mi padre enfermara y su salud fuera puesta en la cuerda floja, pero este trabajo es realmente pesado, las reuniones verificaciones a las diferentes sucursales, verificar y aprobar distintos documentos y transacciones ya que un solo error podría ser muy perjudicial para la empresa que mis padres con tanto esfuerzo construyeron.

Estoy casi cerca del lugar de la reunión, será en el bar ejecutivo del centro, estoy a dos calles, vine en mi propio auto hoy ya que tengo planeado tomar un par de tragos después de la reunión asi que le dije al chofer que podía retirarse.

Llegue con quince minutos de sobra, así que me acomodé en una de las mesas del área VIP, ya que no quería ser interrumpido.

La reunión transcurrió muy bien todos los negocios estan en órden no hay nada que reportar, al menos podré demostrarle a mi padre que yo solo puedo manejar muy bien la compañía, sin necesidad que mi hermano Cedrik meta sus narizes, se que el esta esperando quedarse al mando pero el solamente quiere vender la empresa a una corporación china.

Mientras tomo un trago de whiskey y observo el lugar, hay un par de chicas que me sonrien desde la barra.

-vaya, vaya saliste de esa oficina- Andrew con su característico semblante despreocupado aprece frente a mi mesa

-Se llama "trabajo" Andrew- le dije mientras lo saludaba con un apreton de manos -Algun día también tendrás un trabajo y dejaras de ser un vago- el reía por mi comentario.

Andrew es mi amigo desde la escuela secundaria nos conocimos en segundo grado y nos hicimos buenos amigos.

-Esas chicas no dejan de mirarte- me dijo observando a las dos chicas de la barra

- Las vi hace un rato estan bien para la noche

- de verdad no piensas enamorarte de nuevo ¿verdad? - me dijo mientras yo hacía caso omiso a su pregunta -Algún día vas a superar a Claudia- me dijo y no pude contestar, ya que la pelinegra que estaba en la barra ahora estaba frente a mi saludando.

Luego de unos tragos, un buena platica y un par de coqueteos después la lleve a mi departamento, pasamos la noche allí, ella entendía que era cosa de una noche ya que ella buscaba lo mismo, en la mañana se fué y yo de nuevo me puse en marcha a la empresa.

Creo que fueron demasiados tragos anoche, me puse unas gafas para sol oscuras, el constante martillazo en mi cabeza causado por la resaca no deja tranquila mi cabeza.

Cuando llegue a la oficina mi asistente ya estaba esperando en mi escritorio con algunos documentos; parece que no hubiera dormido nada en toda la noche seguro se fue de fiesta aunque esta muy atenta como para que tenga resaca igual que yo.

- Buenos días señorita James- la verdad esque la llamo asi porque no recuerdo su nombre, es irónico después que ella lleva tanto tiempo trabajando aquí para mí

- Buenos días señor Brown - me dijo aunque su tono de voz es desanimado y triste

- Necesito que cancele mi cita de las nueve y reprogramela para mañana a las once de la mañana, recoja los balances generales los quiero en mi oficina en una hora, la próxima semana será el balance mensual- le dije mientras frotaba las cienes de mi cabeza

- Entendido señor ¿algo más?- me preguntó mientras anotaba todo en su agenda, la verdad no se porque me llama señor, aunque supongo que es por respeto ya que soy su jefe es lógico

- Me podría traer un café fuerte -

- En un momento se lo traigo - me dijo mientras se retiraba de mi oficina

La señorita James me parece una persona honesta y amable, es excelente en su trabajo, jamás he tenido ningún tipo de incoveniente con ella.

- Aquí esta su café, ya esta todo arreglado, y aquí estan los balances que me pidió ¿algo más que se le ofrezca? - como lo dije muy eficiente.

- Eso sería todo, muchas gracias - la verdad la veo demasiado triste.

- señorita James ¿que le sucede? - me miró sorprendida por mi pregunta, yo jamás le hago preguntas personales ni ella a mí

- Nada señor, estoy bien - me dijo tratando de parecer tranquila talvéz la incomode con mi pregunta así que la dejaré ir sin más interrogatorios.

- Esta bien, puede retirarse-

- Gracias señor- salió de mi oficina para acomodarse en su escritorio, para seguir trabajando.

Podía verla claramente desde mi escritorio, las puertas de mi oficina son de vidrios transparentes claro que tiene colgadas unas cortinas azul marino con bordes dorados, las utilizo cuando quiero descansar un rato en el sofá de color negro que esta pegado a la pared blanca.

Ahora que lo pienso la señorita James lleva trabajando estos dos años conmigo, el día que asumi el cargo me la asignaron y me dijeron que era muy competente, lo que es cierto.

Pero ahora que lo pienso no sé nada de ella, creo que debería conocerla aunque sea un poco.

Luego de un par de horas apareció de nuevo por mi puerta, con una vandrja donde tenia pastillas para el dolor de cabeza, antiácidos y un vaso de agua.

Ahora que lo pienso ella siempre hace eso cuando tengo resaca, yo no le digo nada pero ella sabe en que momento traerlo, sabe exactamente lo que necesito antes de pedirselo, nos hemos adaptado muy bien, pero traerme pastillas no es parte de su trabajo.

Colocó la bandeja en mi escritorio, y me entrego una carpeta.

- Le traje el reporte del departamento de finanzas de este mes- dijo mientras se acercó un poco a mí ella siempre es muy prudente.

- gracias señor.... - creo que ea extraño que la llame por su apellido.

- ¿quiere decirme algo señor? - me preguntó

- ¿cual es su nombre? - le pregunté sacando finalmente esa duda de mi cabeza

- Mi nombre es Alexa Miranda James Prescott - me contestó aunque yo solo quería saber su primer nombre.

- Muy lindo nombre ¿le molesta si le llamo Alexa? - se que puedo decirle así, pero siempre soy respetuoso y pido su permiso.

- Por supuesto, no hay ningún problema - contestó con una leve sonrisa de labios cerrados.

Aunque ahora me siento mejor al menos al saber su nombre Alexa Miranda James Prescott.