C2 Capítulo 1

Mis ojos se abren lentamente al sonido de la alarma. Suelto un gemido suave antes de apagar ese dichoso aparato. Me levanto con un suspiro y, bostezando, camino hacia el baño. Una vez listo, salgo y echo otro vistazo al despertador.

¡Las 7:00 a.m.!

Salgo a toda prisa de la habitación y corro hacia la siguiente.

"¡Trevor! ¡Payton! Vamos, que llegaremos tarde..." mi voz se apaga al darme cuenta de que no están. Frunzo el ceño, confundida, y me dirijo a la cocina.

Un suspiro de alivio se me escapa al verlos a ambos, ya vestidos y sentados en la mesa. Me regalan una sonrisa al mirarme.

"¡Buenos días, mamá!" canturrean alegres antes de seguir con sus juegos de coches. Les devuelvo la sonrisa y les doy un beso en la cabeza a cada uno.

"¿Qué prefieren hoy, cereal o tostadas?" les pregunto, y cada uno responde algo diferente. Se lanzan miradas desafiantes.

Aquí vamos otra vez.

"¡Ayer ya comimos tostadas!"

"¿Y qué? ¡Siempre te saliste con la tuya!"

"¡Es que soy el mayor!"

"¡Eso no tiene nada que ver!"

"¡Claro que sí!"

"¡Que no!"

"¡Vale! Vamos a hacer las dos cosas para desayunar. ¿Os parece bien?" Los interrumpo, consciente de que podrían seguir así por horas. Me sonríen contentos y asienten con entusiasmo. Suelto una risita y sacudo la cabeza antes de ponerme manos a la obra con el desayuno.

Después de preparar ambos platos, se los sirvo y ellos se lanzan a devorarlos. Regreso a mi habitación para darme una ducha rápida. Me visto y termino de arreglarme. Al volver a la cocina, los encuentro absortos en la televisión. Recojo los platos y los dejo en el fregadero antes de llamar a los chicos.

"¡Es hora de irnos!" les digo, entregándoles sus mochilas. Salimos de casa, cierro con llave, bajamos las escaleras y nos dirigimos al estacionamiento. Nos subimos al coche y partimos hacia el colegio.

Pronto llegamos al estacionamiento y todos descendemos del coche. Cada uno de ellos toma una de mis manos y nos encaminamos hacia la entrada. Saludo a su maestra, la señora Hopewell, antes de agacharme frente a ellos.

"Nos vemos después del trabajo, ¿de acuerdo? Luego podríamos ir por un helado. ¿Qué les parece?"

"Sí, mamá", responde Trevor, mientras que Payton se limita a asentir con la cabeza. Les doy un beso en la mejilla a ambos, me levanto y me alejo. Regreso a mi vehículo y emprendo el viaje al trabajo. Tras terminar el bachillerato, asistí a la universidad y obtuve mi título en Administración de Empresas y Marketing. Me siento orgullosa de mis logros, incluso habiendo sido madre adolescente.

El día que descubrí que estaba embarazada fue el más emocionante y aterrador de mi vida. Simplemente no podía creerlo. Vomitaba cada mañana y tenía antojos de comida muy extraños. Una amiga me sugirió hacerme una prueba de embarazo, y así lo hice. Cuando vi el resultado positivo, me quedé en shock, pero algo dentro de mí ya lo sabía.

Por él.

Se lo conté a mi familia y se mostraron eufóricos. Insistieron en que volviera a casa, pero me negué. No estaba lista para enfrentarme a él otra vez. Decidí no decirle sobre los gemelos; sé que es el padre, pero si no me quería a mí, ¿por qué iba a quererlos a ellos? Además, estoy segura de que es feliz con su nueva familia. Y yo me alegro por él.

Siempre he sido honesta con mis hijos, así que conocen la verdad, al menos las partes que son adecuadas para ellos. Si alguna vez desean conocerlo, no se los impediría. Él es su padre y si quieren verlo, los apoyaré en esa decisión. Por ahora, no han expresado ese deseo.

Suelto una maldición al ver la hora y darme cuenta de que llego diez minutos tarde. Acelero el paso hacia la entrada y tomo el ascensor hasta mi piso. Me hago camino entre los cubículos de la oficina, saludando a mis colegas a medida que avanzo.

"Llegas tarde", escucho decir a alguien cuando entro en mi oficina. Pongo los ojos en blanco y la persona se gira para enfrentarme.

Rob.

Es mi jefe, pero también un gran amigo. Nos conocimos en el instituto y enseguida hicimos clic. Intentó invitarme a salir varias veces, pero siempre le dije que no. Simplemente nunca lo vi de esa manera, aunque él nunca se dio por vencido.

"Perdona, me quedé dormida", le digo antes de instarlo a levantarse de mi silla. Se pone de pie, se ajusta el traje y me lanza una sonrisa socarrona. Se sienta en el borde del escritorio y coloca las manos en su regazo.

"¿Entonces, debería intentarlo otra vez? ¿O me vas a dar la misma respuesta de siempre?"

"Rob, ya sabes que no voy a aceptar salir contigo. No entiendo por qué no le pides una cita a Cathy, si la chica está loca por ti desde que empezó a trabajar aquí". Se encoge de hombros y no responde. Su teléfono comienza a sonar y se disculpa antes de salir. Niego con la cabeza y me pongo manos a la obra.

Alrededor del mediodía, suelto un quejido y me pongo de pie. Necesito algo de comer, pienso mientras salgo de la oficina y cruzo la calle hacia el café de siempre. Aquí es donde vengo a almorzar cada día. Pido lo de costumbre y me pierdo en la vista desde la ventana. ¿Tal vez podría llevar a los chicos al parque hoy? De repente, mi teléfono suena.

"¿Diga?"

"Hola Callie."

"Hola Izzy, ¿qué cuentas?"

"Pues estaba pensando... ¿ya has considerado mi propuesta?" Me rasco la nuca, nerviosa, mordisqueando mi labio.

"No sé, Izzy. ¿De verdad me quieres como tu dama de honor?"

"¡Por supuesto que sí! ¡Por favor, Callie, di que sí!" Suspiro y finalmente accedo. Ella da un gritito de alegría al otro lado del teléfono y me dice que me enviará los detalles más tarde. Cuelgo y continúo con mi comida.

Izzy y Theo por fin decidieron casarse después de casi siete años juntos. Estoy realmente feliz por ambos y me siento honrada de que me hayan elegido como dama de honor, solo que preferiría no volver. Pero supongo que no tengo opción.

El tiempo vuela y, antes de que nos demos cuenta, los niños y yo estamos en el parque, disfrutando de nuestros helados. Tarde o temprano tengo que contarles. Izzy me ha dicho que debemos estar allí en dos días para organizarlo todo.

"Chicos, necesito hablarles de algo importante." Ambos me miran con curiosidad, saboreando aún su golosina. Les sonrío y les limpio el chocolate de sus boquitas.

"¿Recuerdan que les conté que el tío Theo y la tía Izzy se van a casar?" Asienten y sigo hablando.

"Pues bien, asistiremos a la boda y yo seré la dama de honor. Partiremos en dos días porque quieren que estemos allí con tiempo. Y mientras estemos allá, es posible que vean a su papá." Al decir esto, ambos fruncen el ceño de inmediato.

"No queremos ir", protesta Payton con un gesto de desaprobación. Suelto un suspiro ante su puchero y me giro hacia Trevor.

"¿Y si papá te lastima de nuevo, mamá?"

"No temo a eso. Tengo a mis dos valientes aquí para protegerme." Les digo, envolviéndolos en un abrazo.

"¡Claro que sí, mamá! ¡Te protegeremos de él!"

Eso es lo que más deseo.