C47 Muerte y promesa
"Tras meses obligada a servir al emperador, por suerte o por desgracia, me quedé embarazada. Sí, ese niño eres tú Ren. Me convertí en emperatriz tras dar a luz a un hijo sano y salvo. Sin embargo, no sentí ningún amor por ti y definitivamente ninguno por tu padre. Fui tratada como menos que un ser humano y me sentí menos que uno. Lo siento...", dijo mientras su voz temblaba por la intensa emoción