C188 CAPÍTULO 188 Rehén
"Qué suerte tengo de haberte acorralado finalmente aquí". Sonó el hombre que llevaba una sonrisa malvada.
"Sr. Clinton." Los labios de Arabella temblaban. Sorprendida, sus ojos se abrieron de par en par. Con lo sucedido en la fiesta, ella podía descifrar fácilmente lo que él quería. Su instinto le decía que huyera apresuradamente, pero cuando estaba a punto de girar sus talones