C326 CAPÍTULO 326 La Chica Que Podía Perder Los Estribos
Dentro del coche, el ambiente seguía siendo el mismo.
Arabella no pudo evitar desear que llegaran lo antes posible a su mansión.
Ya echaba de menos a Adam.
No podía esperar a ver la cara sonriente de Adam acercándose a ella más tarde.
Al cabo de un rato, el coche se detuvo en algún lugar