C1 Capitulo 1

¿Porque a mí?

Mi piso esta hecho una cochinada.

Sabía que sucedería esto. Ariel no es capaz de tener algo ordenado. Solo me fui por 3 semanas y ya ella hizo un cuchitril de lo que antes habitaba el orden y la limpieza. Voy a esperar a que ella llegue y se va a llevar un buen regaño. Dejo mi maleta a lado de la isla que está en la cocina, me agacho y recojo las revistas esparramadas en el suelo, las pongo encima de la encimera. Entro en la cocina y voy botando bolsas y bolsas de cualquier tipo de cosas, ni siquiera veo que es, solo voto todo lo que no sea de la cocina. Abro la nevera y... no hay nada. Coño. Abro las gavetas y no veo ni una sola bolsa de pan o de cereal. Está en el mismo estado que la nevera. Vacio

Me detengo un momento y veo el piso de la cocina. Mi hermoso piso caoba está cubierto de polvo y pogostioso de quien sabe que. Salgo de ahí antes de que me dé el infarto. Si así esta la cocina no me quiero ni imaginar el...

Entro a toda velocidad al baño.

Esto huele a la viva mierda.

Mi cortina transparente de la ducha no está. Hay agua en el suelo y la moqueta que era blanca ahora es marrón, pareciera que jugaron con ella en la tierra. el lava mano está lleno de maquillaje y tampones –empaquetados por lo menos- el espejo que esta encima del mismo, tiene huellas que de seguro son de Ariel. El inodoro no lo abro porque sé que si lo hago... asco no lo quiero ni imaginar

Si no tuviera que haberme ido por la caída de mi mama, este piso no estaría así, ni siquiera saldría solo para que Ariel no se quedara asolas con mi preciado piso, limpio y ordenado. Es mi amiga desde que tenía 17 años y siempre ha sido así, de vaga y sinvergüenza, aunque no la culpo, ser niña de papi y mami, le da esa ventaja, de que si hace un desorden la señora que limpia lo arregla, se abstiene de limpiar, doblar la ropa y hasta de pintarse las uñas, todo lo que una simple mortal como yo –mortalmente pobre- hace el día a día

Es mi mejor amiga pero a veces me provoca ahorcarla y decirle que madure o mandarla a limpiar.

Porque ni se crea que voy a limpiar esto.

Esta vez se paso.

No es la primera vez que lo hace, ya me acostumbre a limpiar su desorden pero no que va, la voy a poner a que me arregle cada cosa, hasta que este como estaba antes de irme.

El sonidito de las llaves me distrae y la puerta a el cerrarse me pone a salir del baño corriendo.

Ariel llego

Me acerco con el ceño fruncido viendo su preciosa cara, el cabello rojo largo le remarca el rostro y sus ojos verdes brillan viéndome y las manos llenas de bolsas de comida y de ropa.

Me cruzo de brazos

--antes de que digas algo. Ya contrate a una chica que limpia y ya viene en camino. Así que adicta a la limpieza cálmate-- me pasa por un lado directo a la encimera, colocando todas las bolsas

Me quedo viéndola con cara de estupefacta. Se hace la tonta

¿Contrato a alguien para que limpie su desorden? No se por que aun me sorprende, asi es ella. Debí imaginármelo

--¿no le vas a dar un abrazo a tu apreciada amiga? Que además duro semanas sin verla – me hace puchero mientras abre los brazos. Suspiro y camino hacia ella con los brazos abiertos también y nos fundamos en abrazo

--te extrañe ari

--yo también Ava— nos separamos y abro las bolsas que trajo

Comida. Saco de la bolsa pan y jamón

Estoy segura que babeo. Ariel va y se sienta allá en el sofá, quita zapatos y blusas-de ella- tirándolas al suelo

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