C20 CAPÍTULO 20
—Gabriel —susurré atónita.
Quedé estática en mi lugar mientras me perdía al observar esos grisáceos que tanta alegría me daban... sentía que si dejaba de mirarlo Gabriel se irá y no lo podía permitir.
Diablos, lo había extrañado tanto.
—Emm, mi Emm —sus ojos se volvieron vidriosos; su mano derecha se dirigió a mi rostro tocándolo tan delicadamente, era como si tuviera miedo de romperme—