C13 Sé mi cuidador o haré que te arresten
El hombre que estaba dentro del coche, reclinado con la cabeza en el reposacabezas y los ojos cerrados, se movió de improviso. Al escuchar la voz de la chica, abrió los ojos de golpe para mirarla. Reconocía esa voz, ¡claro que sí! Le resultaba inconfundiblemente familiar.
"Tú", susurró al verla. Descendió del vehículo y, al percatarse del grave daño en su coche, se apoyó en la puerta abierta