C72 Le tiró de los calzoncillos
Como era tan temprano, Annabel y David seguían en la playa, en la azotea seguían durmiendo desnudos con las manos colocadas sobre el cuerpo del otro.
Pero el sonido del cacareo les alertó de que ya era de día.
Annabel, con los ojos aún cerrados, se dio la vuelta. Pero entonces, sintió algo a su lado y empezó a preguntarse qué era. Pero al abrir los ojos