C171 Su sobrino
Apoyó ambas manos en su pecho mientras él seguía besándola con fuerza y profundidad. En ese momento, ella no sabía lo que estaba haciendo, lo único que resonaba en su cabeza era que estaba disfrutando de sus besos. Eran tan reales y puros. No había nada que ella pudiera pedir.
Valeria se dejó perder en un mundo de placer