C59 Capitulo 59
Al momento en el que su erección choca con mi resbaladiza entrada el llanto de nuestros hijos nos pone a suspirar con queja. Egan se aleja y guarda el adolorido miembro mientras yo me bajo de la mesada y acomodo mi ropa.
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Casi. – le digo caminando hacia la habitación donde están durmiendo los mellizos.
Él no me responde y viene tras mío pero se va al baño