C158 No es tuyo
Odis
En cuanto me quité los pantalones, me moví. Si me hubiera quedado más tiempo, no habría podido irme. No había más remedio que decirle que había sido un error. Mi corazón palpitaba en mi pecho, pero sólo corrí más rápido. Como si pudiera correr lo suficientemente rápido para dejar atrás el dolor.
Me había ido sin mirarle. No me atrevía a mirarle a la cara. No confiaba en lo que haría